El dictador peruano Alberto Fujimori, ha sido indultado después de que un tribunal le enviase a prisión por cometer crímenes de lesa humanidad durante su mandato presidencial.
El expresidente permanecía encarcelado desde 2009 y fue condenado a una pena de prision por dos matanzas perpetradas entre 1991 y 1992 por el grupo paramilitar Colina. Este terrorismo de Estado dejó un total de 25 muertos e incluyó el secuestro de un periodista opositor y un empresario en el año 1992.
Fujimori no ha cumplido ni siquiera la mitad de la condena que le impuso el juez. El presidente Pedro Pablo Kuczynski alude a razones humanitarias por el mal estado de salud del dictador, que ya ha pedido "perdón" por las matanzas que alentó desde el Gobierno.
La decisión llega a propuesta del propio Fujimori, que a sus 79 años pidió el indulto y el derecho de gracia el pasado 11 de diciembre. Una junta médica le evaluó y aseguró que "padece una enfermedad progresiva, degenerativa e incurable". También destacaron que las condiciones de prisión implican un grave riesgo a su vida, salud e integridad.
El dictador recibió la noticia en una clínica de Lima, donde había sido ingresado por problemas de presión arterial. Sus seguidores acudieron a las puertas del centro para celebrar la decisión, aunque las críticas en el país latinoamericano se han sucedido de manera continuada.
El congresista del partido Acción Popular, Victor Andrés García, denuncia que todo forma parte de un "pacto infame" para que los descendientes de Fujimori, que continúan presentándose a las elecciones con amplio apoyo, no terminasen destituyendo a Kuczynski a través de una moción de censura en el Parlamento.
Entre críticas de "traidor" hacia el presidente, su partido ya ha sufrido las renuncias de los congresistas Vicente Zeballos y Alberto de Beaunde. Algunos de sus compañeros de bancada no descartan seguir sus pasos, entre ellos Juan Sheput, que critica que la decisión se tomó sin contar con los miembros del partido. Los opositores internos elaborarán una hoja de ruta para protestar por esta decisión.
Los familiares de las víctimas estallan
En mitad de esta impunidad, los familiares de las víctimas del dictador, que gobernó Perú con puño de hierro entre 1990 y 2000, han hablado. Y han criticado la decisión del actual mandatario.
"Señor presidente, usted acaba de robarnos nuestra tranquilidad y derecho a la Justicia al regalarle un inmerecido indulto a Fujiori. Hace 25 años que no tenemos Navidades y hay ausencias dolorosas. Cargue con eso hoy", ha criticado Gisela Ortiz, hermana de uno de los estudiantes desaparecidos en la universidad de La Cantuta en 1991.
En la más completa impunidad
La lista de dictadores impunes en Latinoamerica ha sido larga. Uno de los casos más llamativos fue el del filonazi Alfredi Stroessner en Paraguay. El dictador pudo huir a Brasil con sus hijos y esposa y murió de neumonía en la más completa impunidad. Igual suerte recibieron el exmandatario panameño Manuel Noriega o el haitiano François Duvalier.
En Chile, Augusto Pinochet (que alentó los asesinatos a través de aviones, desde los que se tiraba a opositores hacia el mar), recibió un funeral de Estado y un velatorio en la Escuela Militar. Murió con una orden de detención en curso y más de 400 querellas en su contra por violaciones de derechos humanos.