La llegada de Isabel Díaz Ayuso a la presidencia de la Comunidad de Madrid trae consigo una larga lista de movimientos y más, ahora, que entra un nuevo partido en el Ejecutivo (Ciudadanos) por primera vez en 24 años.
El cambio de Ayuso, en lo ideológico mucho más parecida a Aguirre que a Cifuentes, ha supuesto la vuelta de hombres fuertes del aguirrismo como Javier Fernández-Lasquetty.
Pero hay un problema dentro del PP que se espera solventar gracias al mantenimiento del gobierno regional: la bajada de escaños en el Congreso de los Diputados ha minado la capacidad de contratar en Génova, que afronta créditos programados para una subvención de 110 escaños y solo recibirá lo correspondiente a 66.
Ese ERE que sobrevuela la sede popular se esperar 'arreglar' a través de la administración madrileña. Es decir, colocando a los cargos del partido cuyas nóminas no se pueden afrontar, en los puestos más altos de la Comunidad y, sobre todo, el Ayuntamiento de Madrid, donde el PP regresa tras cuatro años en la oposición y sin la obligación de destituir a ningún cargo propio.
Una de las primeras medidas de Ayuso ha demostrado que esta motivación será importante: la nueva presidenta acaba de crear 22 altos cargos que no existían. La lista es la siguiente: cuatro consejerías con sus correspondientes titulares, 18 viceconsejerías, direcciones generales, secretarías generales técnicas y comisionados, lo que elevará el número de puestos de relevancia en la Administración madrileña a un total de 135, según revela el diario El Mundo.
El Gobierno justifica estos movimientos en la necesidad de "ofrecer el mejor servicio". Sin embargo, el Ejecutivo deberá buscar cómo pagará a los nuevos directivos, con flamantes sueldos de entre 75.084 y 100.556 euros brutos anuales, según la lista de categorías: la región tiene una deuda de 33.000 millones de euros y los presupuestos que se prevén para el próximo ejercicio, donde se quiere aumentar el gasto y bajar la recaudación, podrían ser la puntilla a una deuda que se ha triplicado en los últimos tres años.
Prometían "cerrar chiringuitos"
Uno de los puntos del acuerdo de 155 medidas firmado entre PP y Ciudadanos se comprometía a reducir la estructura que actualmente compone la Comunidad de Madrid. Sin embargo, con el paso de nueve a trece consejerías, la creación de (al menos) cuatro viceconsejerías, cuatro secretarías generales técnicas y numerosas direcciones generales (Transformación Digital, Autónomos, Economía Ciruclar y Bilingüismo y Calidad de la Enseñanza), parece poco probable que esto vaya a buen puerto.
Además, se encuentra a la espera la apertura del Comisionado de Bienestar Animal, al frente del que se situará a un nuevo directivo. Su función, según Díaz Ayuso, será la de elaborar "una estrategia específica contra el maltrato, explotación y abandono" de mascotas.
Por el momento, el último "chiringuito" cerrado es el de la Fundación Madrid por la Excelencia, un organismo creado en 2005 por Esperanza Aguirre para mejorar la competitividad empresarial. Era el responsable de proporcionar el sello de 'Madrid Excelente' que se encuentra en la puerta de numerosos locales comerciales y que ya proporcionan muchos de los Ayuntamientos que componen la región.
Más que el presidente del Gobierno
Los sueldos para los altos cargos de la región son bastante altos y, de media, se sitúan por encima del salario del presidente del Gobierno. La propia Ayuso cobrará 103.090 euros brutos anuales, su número dos (paradójicamente) cobrará algo más, 104.928 euros. Además, cada consejero tendrá un sueldo de 100.556 euros, los viceconsejeros 97.277 euros.
Por su parte, el consejero delegado de Metro, así como todos los secretarios generales técnicos y gerentes de organismos y empresas públicas reicbirán 93.855 euros. Mientras tanto, los responsables de oórganos sin personalidad jurídica y comisionados recibirán 75.084 euros. Por su parte, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, recibirá un total de 82.978 euros.
Estos salarios han llevado a que la Comunidad de Madrid haya desatinado una partida de 7.260 millones de euros exclusivamente para el abono de las nóminas de los 200.000 empleados del sector público, un 36% de todo el presupuesto regional y un 5% más que el año anterior. Prácticamente, el mismo presupuesto destinado a Sanidad, fijado en 8.100 millones de euros.