El cabo del Ejército Marco Antonio Santos Soto, ha sido acusado por supuestamente vulnerar dos artículos de la Ley Orgánica del Régimen Disciplinario de las fuerzas Armadas. De esta forma, podría tener que enfrentarse a una sanción económica de quince días o incluso hasta a un arresto de 30 días por haber hecho maifestaciones políticas.
El diario Público ha tenido acceso al expediente que se le ha abierto a Santos Soto. Está fechado el 7 de septiembre de este mismo año, justo cuando estaba abierto el debate sobre la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, aunque todo comenzó antes, en agosto. Más de una centena de militares que ya se habían retirado decidieron firmar a finales de verano un texto en el que se alababa la figura del dictador; a cinco de ellos se les ha abierto también una investigación. A modo de respuesta, más de una treintena de militares y guardias civiles expresaron su rechazo a través de otro manifiesto. Entre ellos se encontraba el propio Santos Soto.
A mediados de agosto, el Ministerio de Defensa abrió la investigación porque el cabo había firmado el manifiesto en cuestión con un 'Salud y República'. El artículo 7.1 de la Ley Orgánica del Régimen Disciplinario de las fuerzas Armadas dicta que "emitir manifiesta y públicamente expresiones contrarias, realizar actos irrespuetosos o adoptar actitud de menosprecio [...] las Fuerzas Armadas, sus cuerpos y escalas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, así como sus autoridades y mandos" es una falta grave.
Podría haber vulnerado dos artículos
Además del artículo 7.1, Santos Soto podría haber vulnerado el artículo 7.5 de dicha ley, en el que se señala como falta grave expresar "quejas o manifestaciones contrarias a la disciplina o basadas en aseveraciones falsas, así como formularlas con carácter colectivo o a través de los medios de comunicación social". Y el 22 de agosto, este cabo concedió una entrevista a El Diario, donde señaló que muchos altos cargos del Ejército "aprovechan para reprimir a los demás, a los que no pensamos como ellos, a los que nos llaman rojos de mierda".
Santos Soto podrá recurrir a un mando superior al que impuso la sanción si fuera sancionado, y que la propia ministra de Defensa podría, en última instancia, suspender la sanción.
