Según la OMS, el tabaquismo causa el 25% de todas las muertes por cáncer en el mundo. La industria tabacalera ha realizado muchas investigaciones para rediseñar y cambiar la marca de sus productos con intenciones de mantener la rentabilidad de su producto.
Este contexto nos hace entender que a medida que se ha ido avanzando en descubrimientos sobre la nocividad del tabaco, se ha modificado su apariencia para parecer menos dañino. No hay que irse muy atrás en el tiempo para recordar que clases escolares, centros de salud, transporte público o incluso el Congreso de los Diputados permitían a sus usuarios fumar en las instalaciones. Después de la Ley 42/2010, que prohibía a partir del 2 de enero de 2011 fumar en espacios públicos cerrados, la industria tabacalera se vio forzada a tener que "suavizar" esa imagen del tabaco para no perder clientela.
La llegada del vapeo
A raíz de esto, la industria de la nicotina y del tabaco vio en los cigarrillos electrónicos o vapeadores la solución para seguir rentabilizando sus negocios. Estos objetos a simple vista parecen mucho menos nocivos: solo necesitan ser recargados con un líquido y cambiar el algodón y la resistencia de vez en cuando.
Los cigarrillos electrónicos suelen promocionarse como productos que "no son tan peligrosos" o que sencillamente son más aceptados socialmente. Esas estrategias de promoción tienen la capacidad de que el hábito de fumar se vuelva a ver como algo normalizado. Pero no hay que engañarse, ya que la OMS advierte: "Al igual que el tabaco, son indudablemente perjudiciales para el consumidor aunque se muestren como una alternativa más saludable".
Varios estudios confirman que los cigarros electrónicos van mostrando cada vez más efectos nocivos: desde el daño que hacen las micropartículas inhaladas al sistema respiratorio, hasta enfermedades cardiovasculares o mayor riesgo de cáncer.
La población joven también lo usa
La inofensiva apariencia del cigarro electrónico, sumado a la presión social o el simple deseo de probarlo, ha hecho que el consumo entre los jóvenes se dispare. La Encuesta sobre uso de drogas en enseñanzas secundarias en España (Estudes), publicada en 2022, indica que el 44% de los adolescentes de entre 14 y 18 años había probado los cigarrillos electrónicos, lo que supone más del doble que en 2016. La mayoría de los jóvenes que vapean prefieren cartuchos sin nicotina (60,7%), el 14,9% prefieren los que sí llevan, y el 24,4% utiliza de los dos tipos.
La mayoría de compañías que tratan con este producto, aluden que su uso es para combatir el tabaquismo y que los vapers son una manera de poder dejar el tabaco de una manera paulatina. Pero los datos entre los jóvenes no dicen lo mismo: la encuesta Estudes señala que solo un 8,5% de los estudiantes que han fumado cigarrillos electrónicos manifiestan que su intención era reducir su consumo de tabaco o dejar de fumarlo. Esto se traduce en que solo dos de cada diez jóvenes usan el cigarrillo electrónico con intención de dejar de fumar.
Influencers como campaña de publicidad
Varias empresas especializadas en vapes han contratado a varios creadores de contenido, famosos o influencers para patrocinar sus productos. En nuestro país, varias personalidades han anunciado este tipo de productos. A pesar de que las empresas alegan que sus cigarrillos electrónicos están dirigidos a un público mayor de edad y que cumple con las leyes vigentes, contratan a influencers con un gran porcentaje de seguidores que no superan los 21 años.
Además, el concepto del consumo indirecto se aplica también en el caso de los cigarrillos electrónicos: su popularidad, junto al desconocimiento, hace que youtubers, streamers o creadores de contenido lo utilicen de manera habitual. Es decir, la publicidad que reciben estos dispositivos no es solo explícita en anuncios, sino en el día a día.
El vapeo tiene las mismas connotaciones sociales que ha tenido el tabaco siempre: se relaciona con personas jóvenes, atractivas o populares. Los jóvenes fuman porque parece guay, porque lo hacen referentes, porque ayuda a ligar, a socializar o se asocia a sensaciones que ayudan a relajar.
