Si echamos un vistazo al calendario nos podemos encontrar todo tipo de jornadas reivindicativas muy interesantes y alguna que puede llegar a ser calificada como una auténtica... chorrada.
Este 23 de junio se celebra el Día Internacional de Llevar a tu Mascota al Trabajo. La idea partió de Reino Unido en 1996, algo que se replicó tres años después en los Estados Unidos y que, poco a poco, se fue globalizando.
Ahora es toda una completa tendencia, aunque no sabemos si llevar a tu mascota al trabajo en todas las ocasiones es lo más apropiado. Por ejemplo si eres 'recogedor de pelotas bajo el agua' o 'paseador de patos', dos empleos que existen en la vida real, quizás nadie te lo recomendaría. Si eres probador de toboganes sí, hazlo.
La idea de celebrar esta jornada pretende que nos concienciemos de la compañía que nuestras mascotas pueden aportarnos, así como promover las adopciones desde las asociaciones y la creación de grupos de rescate. Así que, al fin y al cabo, tiene un buen fondo.
Pero vayamos más allá. ¿Es realmente recomendable llevar a nuestras mascotas al trabajo? Es correcto fortalecer el vínculo con nuestro amigo de cuatro patas, pero en realidad, ¿nos puede ayudar a mejorar nuestro rendimiento, o quizás puede distraernos completamente y provocar que trabajemos muy por debajo de nuestras posibilidades?
En Los Replicantes hemos querido cuestionarnos esta pregunta y plantear el debate: ¿llevarías a tu mascota a tu puesto de trabajo para que te hiciese compañía y fortalecer el vínculo que mantienes con ella? ¿Crees que es una locura?
Puede tener beneficios
Aunque a priori pueda parecernos una completa locura, en el ámbito del análisis de la productividad laboral, las opiniones se encuentran completamente enfrentadas y es difícil encontrar unanimidad respecto a este asunto.
Los que consideran que traer a las mascotas al puesto de trabajo es positivo, afirman que los trabajadores con mascotas a su alrededor consiguen ser más felices y están menos estresados a la hora de desempeñar sus tareas. ¿El resultado de todo ello? Son más productivos. Y es que tener a nuestro compañero permanentemente fuerza, nos aporta un punto de seguridad y confianza muy necesario para disponernos a llevar a cabo ciertas tareas. Esta teoría la confirma un estudio de la Universidad de Virginia.
Sin embargo, en el debate hay otro bando que defiende que las mascotas son una completa distracción, ya que el dueño deberá de estar pendiente de cuidarlas antes que prestar atención a las labores que está desempeñando. Además se plantean ciertos problemas de insalubridad o incomodidad en el entorno laboral, ya que hay que tener en cuenta que las mascotas de todos los trabajadores estarían merodeando por la oficina, en el caso de que no hubiera un lugar destacado en el que estuvieran reposando, lo que dificultaría que hubiese contacto entre dueño y mascota.
Un movimiento en auge
Aunque en España esta práctica se encuentra completamente fuera de lo común e, incluso, podríamos afirmar que prácticamente ninguna empresa nacional aboga por esta medida, en el extranjero cada vez más firmas apuestan por ello para satisfacer las demandas de sus trabajadores.
En Estados Unidos y Reino Unido se encuentra completamente en auge, e incluso dos millones de norteamericanos ya acuden a su puesto de trabajo diariamente junto a su perro. Así al menos lo asegura la American Pet Products Association.
En España hay un movimiento en auge que reclama que estas medidas se apliquen a nuestro mercado laboral. Full Loft Madrid, una empresa dedicada al mobiliario adaptado a mascotas en el trabajo, está promoviendo una campaña viral con el hashtag #JefeContrataAMiPerro con el que quieren dar a conocer a las empresas la necesidad de aprobar medidas en este sentido.
Y no se trata de una moda reciente. Ya en el año 2000, el director de la Ferray Corporation propuso a toda su plantilla llevar a sus propios gatos a la oficina diariamente. Con ello surgieron las denominadas oficinas 'Catfriendly' que están causando furor en el extranjero.