DIA está en una situación crítica. La cadena de supermercados está sufriendo las consecuencias de unas ventas brutas registradas con un valor de 2.500,2 millones de euros. Esta cantidad supone una reducción de las ventas netas en un 7%, porcentaje que se traduce en 418,67 millones de euros, con respecto al primer semestre de 2018. La cifra de ventas netas se situó en torno a los 3.400 millones de euros. De esta manera, sus directivos quieren abrocharse el cinturón y tirarán de un ERE que afectará a algunas tiendas de su filial El Árbol, bajo el nombre de La Plaza de Día desde 2016 o Max Descuento. Por otro lado, las ventas netas también descendieron un 7% dentro de las fronteras de nuestro país.
Los números rojos han sido una constante para el grupo de alimentación en los últimos años, cuyo funcionamiento regular se ha visto diezmado por la falta de existencias y el ahorro en promoción. Esta tensa situación ha nublado extensamente su imagen, debido al déficit presupuestario con el que cuentan y por tanto, les imposibilita invertir en un mejor marketing. Una tendencia creciente hacia lo negativo que se ve agravada por la caída del 6,8% de las ventas comparables, de la misma manera que ha ocurrido con el espacio comercial durante los primeros meses del año.
El ajustado resultado bruto de explotación, indicador financiero conocido como Ebitda, generó en España una cifra que se sitúa en los 18,1 millones de euros, lo que supone una reducción de un 87,9% y por tanto, refleja una erosión del margen de 580 puntos básicos hasta el 0,9%, dato que se ha visto afectado por los impactos excepcionales de -18,3 millones de euros.
En cuanto al número de tiendas abiertas, la cadena ha decidido que este sea uno de los primeros factores en los que escatimar. 323 establecimientos cerraron sus puertas, situando el número de tiendas operativas en 4.369, distribuidas por todo el país. Sin embargo, sus accionistas decidieron invertir, por alguna razón, en la apertura de ocho supermercados.
Una base "adecuada" para un lento, pero efectivo crecimiento a largo plazo
Gracias a su OPA (Oferta pública de adquisición de acciones), LetterOne ha conseguido refinanciar la deuda de la compañía y llegó a un acuerdo con los acreedores gracias a la generosa aportación económica de Mikhail Fridman, un magnate ruso que se ha hecho con el 70% de las acciones de la cadena de supermercados. Pese a haber encontrado su salvación momentánea, tendrá que proceder con el despedido de al menos 210 empleados de sus tiendas dirigidas por el grupo El Árbol, entre ellas Max Descuento. Fuentes de la compañía han declarado a Europa Press que cerrará 30 establecimientos que no pudieron vender, tras despojarse solamente de cuatro de ellos. Quiso hacer lo mismo con Clarel, aunque dicen que rectificar es de sabios y por ello, ha decidido apostar de nuevo por la marca de belleza y no desprenderse de sus más de 1.300 centros.
La cadena ha querido encontrar una razón de peso para estas pérdidas y descenso de las ventas, que responden al impacto negativo en los resultados y los efectos excepcionales registrados durante el primer semestre del año, en busca de una mejor situación que les permitiera establecer una base "adecuada" y sentar las bases para la mejora a largo plazo. De esta manera, los próximos resultados tendrían que ser favorables y "positivos", cuyo reflejo debería apreciarse en las ventas y la rentabilidad.
La deuda neta total que DIA acumulaba a finales de junio se situaba en los 2.507, 2 millones de euros, que se verá reducido tras los beneficios a percibir por Letterone, su principal accionista, que contribuirá con una ampliación de 600 millones de euros. Además de sus tiendas en España, la distribuidora de alimentación cuenta con tiendas en Portugal, Argentina, Brasil, China, Paraguay y Francia. Actualmente, opera un total de 6.809 supermercados y pese a que tanto España como el resto de países también han sufrido la clausura de 663 locales, 34 supermercados más han abierto al público durante el periodo comprendido entre enero y junio de este mismo año.