Un sacerdote católico filipino, Arnel Lagarejo, ha sido detenido en Filipinas cuando se dirigía hacia la habitación de un motel de la mano de una niña de tan sólo 13 años. La Policía le sorprendió en el acto y le detuvo, por lo que no llegó a perpetrar ningún crimen con la menor.
El cura fue detenido por las autoridades bajo la acusación de pederastia. El prelado era conocido por ser el presidente de la escuela universitaria de Cainta Catholic College, aunque su cargo no evitará que se enfrente a la ley de pederastia reformada en 2003, mucho más dura contra estos delitos.
Según el superintendente de la Policía local, Rómulo Sapitula, el cura contactó a través de las redes con un proxeneta de 16 años, que le proporcionó a la niña para que actuase con ella a su antojo.
Read: The Diocese of Antipolo's official statement on the incident involving Msgr. Arnel F. Lagarejos. pic.twitter.com/EA47Y9IYPv
— Diocese of Antipolo (@antipolodiocese) 29 de julio de 2017
El prelado ya ha salido de prisión en libertad con cargos, pero ha sido completamente suspendido de sus funciones dentro de la Diócesis de Antipolo, al menos hasta que se esclarezcan todos los detalles del caso.
Tanto la Iglesia como la Policía mantienen sendas investigaciones paralelas con el fin de que se conozcan todos los detalles del caso y establecer la sanción correspondiente.
El 80% de la sociedad filipina es católica y la presencia de la religión en las calles es palpable, por lo que este suceso ha provocado una conmoción sin precedentes en el país del sudeste asiático.