El empresario sevillano, Juan Muñoz, ha sido detenido en el marco de la Operación Tándem. Se le acusa de contratar al comisario Villarejo para realizar un chantaje a un abogado para que sus clientes pagaran una deuda que tenía con ellos. Muñoz es conocido públicamente por su relación con la periodista Ana Rosa Quintana.
La detención se ha producido durante la mañana de este martes 31 de julio. Varios agentes de la unidad de Asuntos Internos de la Policía han irrumpido en varios domicilios: el del propio Muñoz, su hermano y los abogados de ambos.
Al parecer, las sospechas sobre el empresario sevillano no eran una novedad. Fuentes de la investigación han confirmado a La Vanguardia que sabían que ambos hermanos habían contratado al comisario desde noviembre del año pasado.
Según señalan los agentes, los imputados habrían actuado con la finalidad de hacer un seguimiento a una tercera persona y chantajearle si no recuperaban una deuda. Los registros se han realizado en Sotogrande, Marbella y Madrid; ordenados por el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea, autor de la instrucción de la conocida como Operación Tándem.
En el momento de la detención, el marido de Ana Rosa se encontraba en Madrid y su hermano en algún punto situado en Andalucía, por orden de la Fiscalía Anticorrupción. Ambos declararán ante el juez en las próximas horas.
El mismo día en el que se archivan dos piezas más de la causa contra Villarejo
Precisamente, la detención de los hermanos Muñoz se produce el mismo día en el que el mismo juez ha comunicado que archiva otras dos piezas más de la causa por la que Villarejo se encuentra investigado.
El magistrado De Egea ha adoptado la medida en contra del criterio de la Fiscalía Anticorrupción y se opuso a continuar investigando a los clientes del comisario. Precisamente, aquellos que le contrataban para obtener todo tipo de información confidencial por altas cantidades de dinero. Algo que ya quedó constatado en los registros realizados en su domicilio el pasado 3 de noviembre, donde los agentes hallaron numerosas conversaciones grabadas con algunos clientes.
Este escándalo también se une a la reciente publicación de las conversaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, otra de las personas que contrató sus servicios y que llegó a reconocer que actuaba como testaferro del Rey Juan Carlos.
Villarejo obtenía toda su información gracias a sus contactos dentro de la Policía y datos privados que le facilitaban los agentes de Hacienda o del Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales.
La cantidad de casos vinculados al comisario han incluido escándalos de todo tipo. Uno de los más sonados fue la publicación del vídeo del robo de cremas de Cristina Cifuentes, que terminó con una prolífica carrera ya carbonizada por su falso máster. Él se intentó desvincular, pero precisamente estaba vinculado a la comisaría que gestionó aquel robo. Además, la información llegó a los medios a través de varios periodistas situados en su órbita.