El pánico casi se apodera de un colegio en los Estados Unidos de América. Un país donde los ciudadanos tienen reconocido en la Constitución la posibilidad de portar armas. Concretamente, la Segunda Enmienda de la Carta Magna es la que permite a los estadounidenses comprar una pistola de fuego como quien compra un paquete de arroz en un supermercado. El control es apenas inexistente. Y el lobbie del sector tiene un poder sobredimensionado en las entrañas del Capitolio.
Este "derecho" reconocido y que el expresidente Obama intentó regular en su momento -sin éxito- ya ha provocado decenas de desgracias. La última, considerada hasta ahora como una de las matanzas más graves de la historia del país, ocurrió el pasado mes de octubre en Las Vegas durante la celebración de un festival al que acudían más de 40.000 personas. El saldo: 59 muertos y más de 500 heridos.
Esta Enmienda tachada de irracional por sus detractores y que sería impensable en otros países avanzados, democráticos y occidentales, ha vuelto a sembrar el terror en la escuela primaria Port St. Joe en el estado de Florida, pese a que no se haya producido ningún acto deleznable. Un hombre ha sido detenido por las autoridades cuando los profesores de la institución descubrieron que era el autor de un dibujo donde se exponía una matanza en el colegio a punta de pistola.
La escuela arde y los alumnos son masacrados
Sheriff Harrison announces the arrest of Robert Paul Alexander Edwards (33) of Mexico Beach, FL. Edwards was arrested today and charged with violating Florida State Statute 836.10 - Written threat to kill or do bodily injury. https://t.co/z0dVUA8VEa@PSJ_Star@WJHG_TV@WMBBTVpic.twitter.com/Y5thsXGVVW
— Gulf County Sheriff (@GulfCountySO) 2 de diciembre de 2017
Robert Paul Alexander Edwards, de 33 años de edad y procedente de la ciudad de Mexico Beach (Florida), ha sido apresado por la policía tras descubrirse que había dibujado en los deberes de un alumno una posible matanza dentro del propio centro escolar, según ha informado Mirror.
En el mencionado boceto, el autor describía un colegio ardiendo mientras algunos escolares corrían en llamas y otros eran asesinados en fila por el maníaco que perpetraba los hechos. Algunos niños morían en charcos de sangre. Las balas y los disparos del arma se representaban con las palabras "pew pew pew".
Los responsables del centro al percatarse del dibujo y ante la posibilidad de que el ataque se llevara a cabo, llamaron inmediatamente a las autoridades policiales que procedieron a detener a Edwards. Pese a las evidencias descritas, los agentes desconocen cómo el detenido pudo hacerse con los deberes de uno de los alumnos y, aún así, afirman que no creen que este individuo fuera a realizar la matanza que plasmaba en el cuaderno.
