El 'caso Noos' por el que Iñaki Urdangarín fue imputado y sentenciado a cinco años de prisión ha mantenido al esposo de la infanta Cristina entre rejas desde el 18 de junio de 2018.
Durante el año que el ex deportista ha estado en la cárcel, ha adoptado una serie de hábitos que lo han llevado a perder mucho peso y adelgazar hasta niveles a los que nunca había llegado. Todo ello ha llevado a que la infanta Cristina se preocupe especialmente por su salud durante las visitas mensuales a las que tiene derecho.
La infanta, que visita España cada mes para encontrarse con su marido en la localidad abulense de Brieva, donde se ubica la prisión femenina en la que fue internado, realiza encuentros privados con Iñaki Urdangarín en la cárcel durante un tiempo de 3 horas, conocidos como 'vis a vis'.
Al parecer, la ex duquesa de Palma no pasó un buen momento en uno de los últimos viajes que realizó para visitar a su marido. Todo sucedió cuando estaba de vuelta de la prisión de Brieva y comenzó a sentirse mal, según los médicos de El Pardo. Estaba sufriendo un ataque de ansiedad. Todo quedó en un susto aunque, al parecer, los 45 minutos que pasó al lado de Urdangarín le pasaron factura emocional. La aristócrata vio al vasco muy desmejorado, con un estado de delgadez exagerado y muy pobre de ánimo. De ahí el cuadro de ansiedad que ella llegó a relacionar con un "infarto", relata una amiga de la infanta a El Español.
Tanto es así que la mujer de Iñaki Urdangarín alargó su estancia en Zarzuela durante unos días, junto a sus hijos Miguel e Irene, por recomendación de los especialistas que revisaron su estado. Todo ello llevó a doña Sofía a quedarse preocupada por el estado de su hija, ya que ha entrado en un pozo sin fondo del que no es fácil recuperarse tras atravesar momentos tan difíciles que le han llevado a sumirse en un cuadro de depresión.
Además es consciente de lo difícil que está siendo para su marido afrontar la soledad por la que pasa cada día en el módulo donde se encuentra. Todo ello, pese a los esfuerzos de su abogado por conseguir el tercer grado. Gracias a ello, podría visitar a su familia y allegados, solo teniendo que ir a prisión a pasar la noche, pero el Constitucional desestimó la propuesta, incluso la de otorgar al ex balonmanista un permiso para salir en verano, por lo que finalmente tendrá que esperar hasta el período invernal para hacerlo.
Pese a ello, Iñaki cuenta con facilidades a la hora de recibir las visitas de su mujer, porque además de que lo hace todas las semanas, acude fuera del horario de visitas y entra en furgoneta hasta el interior de unas instalaciones que él mismo eligió. Urdangarín no dudó en argumentar que quería privacidad por encima de todo, aunque sus hermanos y familiares entran por el mismo lugar que el resto de visitantes, los cuales lo visitan tan a menudo como pueden.
¿Cómo pasará la infanta Cristina su verano?
El verano de 2019 será un periodo triste y duro para la hermana de Felipe VI, ya que no va a estar acompañada en Ginebra por sus hijos, pues Juan Valentín estudia en Essex (Inglaterra) en una universidad privada por la que su madre paga 10.000 euros al año, lo que significa que empleará el verano en la ciudad británica.
Su otro hijo, Pablo Urdangarín, se encuentra en la ciudad alemana de Hannover donde juega al balonmano, profesión que su padre desempeñó hace años, compartiendo piso con dos compañeros de equipo. Además, no hace mucho tiempo recibió la visita de familiares por parte de los Urdangarín, la madre del preso, Claire Lebaert, y sus abuelos maternos, el rey emérito don Juan Carlos y doña Sofía.
Por otro lado, Miguel e Irene cruzarán el charco hacia Estados Unidos en julio, donde asistirán a un campamento, por lo que aunque sigan estudiando en Ginebra, no estarán cerca de su madre. Sus primas, las infantas Leonor y Sofía, también pisarán territorio americano pero no coincidirán con ellos.