Hay situaciones que parecen inverosímiles, pero pasan realmente. Esto es lo que ha sucedido en España, donde hace unos días detuvieron en Andalucía en plena operación antidrogas a un total de ocho personas, entre ella a dos policías nacionales y un guardia civil. Ahora, el juzgado mixto nº 5 de Sanlúcar la Mayor ha enviado a prisión a siete de los ocho detenidos. En el caso de los cuerpos de seguridad se encuentran en prisión provisional acusados de una presunta vinculación con una organización criminal que se dedicaba a la importación de cocaína desde Colombia.
La operación policial conocida como Mar de Eleva, comenzó gracias a una información que recibió la Fiscalía Antidroga de la Audiencia nacional que fue facilitada por las autoridades colombianas. Según se pudo conocer, había una importante partida de cocaína que venía a España procedente del puerto de Buenaventura (Colombia) el 19 de agosto y que tenía como destino Málaga, llegando finalmente el 9 de septiembre.
El pasado 14 de septiembre, se comenzó a trasladarlo a una nave de Dos Hermanas, siendo controlados por una patrulla de la Policía Nacional en secreto. En este caso, la droga no estaba escondida entre la fruta, que en ese caso el camión iba a transportar la pulpa de piña, sino que estaba dentro de la propia estructura del camión. Sobre las cinco de la mañana, los investigadores vieron que había tres personas que estaban vigilando el vehículo. En ese caso era un policía de la Brigada de Seguridad Ciudadana, un subinspector de la Policía Nacional destinado a la UFAM y un escolta privado del Ministerio de Interior.
Una vez que el camión llegaba a su destino, el polígono La Isla, en Dos Hermanas, estaba seguido por un Audi A6, donde estaba el escolta y los dos policías. Una vez que descargaron el tráiler, el camión se desplazó por el polígono, dejando el remolque en un punto concreto para ser trasladado por otra tractora.
Una operación de cine
La segunda tractora movió el contenedor en Carrión de los Céspedes, siendo introducido en una nave industrial. Minutos más tarde, la tractora salió de la nave sin el contenedor, momento en el que decidieron actuar los investigadores encontrándose a cuatro hombres trasteando en el contenedor, que estaba elevado sobre tres enormes caballetes, y dos carretillas de elevación.
En el interior de la nave se encontró máquinas para cortar metal, radiales y discos, junto a sprays de pintura blanca, silicona y botes de masilla y goma de sellado junto a algunas armas de fuego cargadas. Los investigadores detuvieron a todos, tanto a los que estaban en el interior de la nave como a los del Audi, junto al conductor del camión que cuenta con una libertad bajo fianza. A todo ello, una vez estudiados minuciosamente los fondos del camión, se encontraron 365 paquetes rectangulares de un kilo cada uno.
