La Policía Nacional ha detenido a cinco hombres acusados de perpetrar una agresión sexual en grupo a una mujer de 26 años mediante sumisión química en un hotel de Marbella. Los detenidos tienen entre 19 y 33 años de edad y la Policía Nacional está intentando determinar el grado de participación de cada uno de ellos.
Los hechos que se investigan se produjeron el 5 de marzo y los cinco detenidos han pasado este viernes, 8 de marzo, a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella.
La víctima fue trasladada tras su denuncia al hospital Costa del Sol, pionero en la activación de protocolos específicos para el tratamiento de este tipo de casos, realizar las analíticas y una exploración médica.
Los delitos por sumisión química se producen cuando la víctima consume, sin consentimiento, una sustancia que provoca alteraciones en su nivel de conciencia, anulando de este modo su voluntad.
Sumisión química
Al menos una de cada tres agresiones sexuales perpetradas durante los últimos cinco años se han producido mientras que la víctima se encontraba bajo sumisión química, es decir, bajo los efectos del alcohol, drogas o fármacos sedantes o ansiolíticos, que anulaban su consentimiento, según los datos del Instituto Nacional de Toxicología.
La sustancia más habitual es el alcohol, aunque también se emplean otras como las benzodiacepinas, el éxtasis líquido y productos como burundiana, preparados con escopolamina, que se consiguen de fármacos, raíces o semillas de plantas que se administran por la vía oral y pasan desapercibidos para la víctima porque no tienen olor, color o sabor.
Los efectos habituales incluyen la sedación y amnesia anterógrada. La víctima no recuerda nada y durante ese período pierde la capacidad de otorgar consentimiento. Otro de los problemas se encuentra en su detección, puesto que algunas sustancias como la burundanga tienen una vida media muy breve en sangre.
Los casos presentan muchas coincidencias. "Alguien se toma una copa, generalmente una mujer, y se despierta en su casa o en casa de alguien o en un sitio que desconoce y con síntomas de haber sido violada. Entre que se hace la composición de lugar, que no se acuerda de lo que ha pasado, que no sabe si ha sido ella, o que realmente ha sido una agresión pasan muchas horas y cuando llega al hospital ya no se detecta en sangre o en la orina la sustancia que ha producido la sumisión", explica el coordinador del grupo de Toxicología de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), así como médico de Urgencias en el Hospital Universitario de Canarias en Tenerife, Guillermo Burillo, en declaraciones a Europa Press.
Entre los consejos que aporta son salir siempre en grupo con gente que se conozca, no dejar nunca la copa perdida, sino tenerla siempre a la vista y, en caso de encontrarse mal, ir a casa, siempre con alguien de plena confianza." Nadie tiene derecho a abusar de alguien en el caso de sumisión química oportunista. Pero tampoco nadie debe sentirse culpable ni que ha propiciado la sumisión si esto sucede", afirma Burillo.