Nelson David Moreno Bolaños, principal sospechoso de los asesinatos de ochos hombres gays en Bilbao, ha sido detenido. El joven de 26 años, tras saber por los medios de comunicación que estaba siendo buscado, se ha entregado en una comisaría de la Ertzaintza de Irún con la intención de colaborar con la Policía y ha negado ser autor de los crímenes que se le imputan.
El Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao había dictado una orden de detención contra este joven, que ya fue detenido por la Policía vasca por estafa en 2019 en Bizkaia.
Hasta el momento se han judicializado cuatro casos por fallecimientos ocurridos entre septiembre y octubre de 2021 en Bilbao, pero los investigadores sospechan que este individuo podría estar relacionado con otros cuatro crímenes anteriores, que en su día fueron consideradas muertes naturales. La Policía investiga si el presunto asesino en serie de Bilbao actuó también en Madrid y Alicante.
Modus operandi
La Ertzaintza emitió en diciembre la orden de busca y captura de este hombre. Le seguían la pista desde que el hermano de una de sus víctimas denunciara que, días después de la muerte de su familiar, alguien había vaciado sus cuentas bancarias. Esta revelación llevó a los investigadores a realizar un análisis de las muestras de sangre conservadas tras la autopsia, que reveló que había ingerido éxtasis líquido, una droga incapacitante. No había sido, como parecía, una muerte de origen natural.
El presunto autor de los hechos se citaba con sus víctimas a través de una aplicación de contactos para homosexuales. Los agentes comenzaron a sospechar de, al menos, otras tres muertes que habían sido catalogadas de 'muerte natural' pero guardaban todas ellas un patrón muy similar. Todos ellos pudieron en realidad ser víctimas de un asesino en serie que, después de ganarse su confianza, les drogaba para anular su voluntad con la intención de robarles.
Fue en diciembre de 2021 cuando el presunto asesino cometió un error. En el domicilio de la que iba a ser su siguiente víctima se dejó una mochila con con varios documentos y éxtasis líquido. Según relató el superviviente a los investigadores cuyo acudió a denunciar, mientras estaban tomando algo en su casa, este individuo intentó estrangularle. Los gritos de auxilio de la víctima provocaron que su agresor huyera dejándose la mochila.