El sadismo y la poca humanidad nunca dejarán de estar presentes, por desgracia, entre las personas normales con un mínimo de sensibilidad y de sentido común. En esta ocasión, ha sido detenido un presunto pederasta por la policía de Filipinas que intentaba recrear las escenas más macabras de la exitosa novela de E. L. James publicada en 2011, 'Cincuenta Sombras de Grey'.
El hombre tiene 58 años y nacionalidad estadounidense y, para llevar a cabo su repugnante acto, contactó con tres menores de edad a través de las redes sociales. Para asegurarse de que las adolescentes accedían a sus deseos más oscuros, se esforzó por buscar entre aquellas chicas que se encontraran en una situación de extrema pobreza para remunerarles así estos bochornosos episodios.
Un presunto pederasta menos
Este estadounidense fue detenido en el aeropuerto internacional Ninoy Aquino cuando aterrizaba en Manila (Filipinas). Según confirman las autoridades, se incautaron todo tipo de materiales sexuales en las maletas del presunto pederasta con el que este ciudadano pretendía cometer las atrocidades sexuales con las menores de edad.
"Portaba en su maleta todo tipo de parafernalia sexual para satisfacer sus fantasías, desde juguetes eróticos hasta otro tipo de artilugios", explicó a EFE Villamor Tuliao, jefe de la División contra el Tráfico de Personas de la Policía Nacional.
En su vida normal, era instructor de yoga. Este presunto energúmeno contactó con dos adolescentes de 14 años y otra de 15 con el objetivo de satisfacer sus morbosos juegos sexuales basados en la novela que dio el salto al cine en 2015. Para ello, contrató a las chicas filipinas a través de Internet antes de viajar al país buscando específicamente que fueran pobres, según confirmó al mismo medio Tuliao.
Las investigaciones se centran en los diferentes chats que el sospechoso mantuvo con las menores y que la Policía filipina ha podido rescatar de los proveedores de dichas redes sociales utilizadas. Ahora, este presunto salvaje social pasará a disposición del Ministerio de Justicia. Y, además, afrontará cargos de búsqueda, contratación y obtención de un menor con findes de pornografía y explotación sexual. Estos delitos se encuentran recogidos en la legislación filipina contra la trata de personas.
Ahora, tras haber quedado todo en un susto y no haberse llevado a cabo esta penosa acción, las tres adolescentes menores de edad han quedado a disposición policial para que el Estado se encargue de ellas.