Un hombre de 51 años ha sido detenido en Reino Unido acusado de violar, descuartizar y servir como carne de kebab a una niña de 14 años que había sido secuestrada a manos de una banda de pederastas.
La menor, llamada Charlene Downes, fue vista por última vez en la localidad de Blackpool en el año 2003, pero los agentes no habían hallado ninguna prueba contundente sobre su situación. Ahora, 14 años después, han decidido reabrir el caso.
Según el Daily Mail, la banda se dedicaba a acercar a las menores al local invitándolas a comida, drogas y alcohol a cambio de favores sexuales. Cuando ellas accedían, se dedicaban a abusar de ellas. Se cree que este modus operandi se aplicó con hasta 60 niñas en un local de kebabs.
Los padres critican la actuación policial
Los padres aseguran que se han sentido desprotegidos por la Policía en todo momento, ya que puso múltiples obstáculos a la investigación. La intervención de ellos ha sido fundamental para conseguir esclarecer, poco a poco la situación.
La policía nunca quiso revisar las cámaras de seguridad del recinto, fundamentales para conocer qué ocurrió aquella fatídica noche. Su intervención ha sido fundamental para conseguirlo: "Es increíble que hayan tenido esas grabaciones durante todos estos años y que nunca hayan sido usadas. Es un insulto a la memoria de mi hija", ha declarado la madre de la menor.
Si se hubiese tenido en cuenta la mencionada prueba, en 2007 no habrían salido absueltos los principales encausados, Ilyad Albattikh y Mohammes Reveshi, que se beneficiaron de la falta de pruebas a causa de la intervención policial. Ambos fueron indemnizados con 25.000 libras a pesar de haber bromeado con todo lo sucedido.
Ahora la familia ha demandado a las autoridades por esta negligencia mientras que el detenido presta declaración para conocer su implicación en este macabro caso.