El conocido youtuber ruso Sats Reeflay ha sido detenido tras forzar a su esposa embarazada, ataviada solo con ropa interior, a salir a la terraza de su apartamento ubicado as las afueras de Moscú, mientras que las gélidas temperaturas le causaron una hipotermia que acabó con su vida. La joven, que estaba embarazada, volvió al apartamento ya inconsciente y falleció ante la cámara. Todo, mientras la imagen seguía retransmitiendo.
La víctima, Valentina Grigoryeva, de 28 años, estaba en las primeras semanas del embarazo. Según una de sus amigas, los directos de Reeflay estaban cargados de violencia y abusos hacia su pareja. De acuerdo con una declaración del fotógrafo Baza Media para The Sun, el acusado podría haber pagado aproximadamente 1.000 dólares a su víctima por realizar este directo.
Según aparece en la emisión, cuando Reeflay nota que su pareja no reacciona, decide llevarla hacia el sofá para tratar de reanimarla. Tras una escena de gran tensión, el youtuber se dirige a la audiencia y espeta: "Chicos... no tiene pulso... está pálida... no está respirando".
La emisión continúa durante aproximadamente dos horas, en las que más de 10.000 espectadores eran testigo de lo que estaba sucediendo en esos momentos, incluyendo cuando las autoridades hicieron presencia y declararon la muerte de la joven.
Indignación en las redes
Las redes se han llenado de críticas por los excesos que representa este caso. ¿Dejar la cámara durante horas tras la muerte fue una casualidad o un acto con el que intentar rentabilizar todo lo sucedido?
Lo cierto es que la muerte de Valentina ha generado una campaña en Rusia contra lo que se ha bautizado como 'reality violence' en plataformas como YouTube, puesto que además puede ser vista por menores de edad. ¿Dónde está el límite?
El caso, a todas luces, representa además un posible acto de violencia de género, aunque en Rusia no se contempla en el Código Penal. El youtuber fue interrogado 'in situ' por un policía, algo que también fue retransmitido por la cámara. Si se prueba que la joven murió por una hipotermia, el acusado podría enfrentar un máximo de dos años de cárcel.
Ahora la polémica se abre tras todo lo sucedido. YouTube, que no intervino en cortar la emisión, sí censura por ejemplo los senos de cualquier mujer que aparece en un vídeo de su plataforma, como denuncia la activista feminista Liza Lazerson. "La mujer muere al aire libre y la audiencia envía donaciones para el asesino. Esto debe parar. Que estos vídeos se transmitan sin problema en todo el mundo, significa que algo está roto. Hasta que esto se solucione, la censura es necesaria", indica.