Un joven de 14 años ha sido detenido en Arabia Saudí por haber subido a Twitter un vídeo en el que bailaba 'La Macarena' en plena vía pública. En las imágenes, el joven aparece mirando sutilmente a la cámara, mientras el objetivo le enfoca y hace zoom en repetidas ocasiones sobre su cuerpo.
El joven, mientras tanto, baila con unos auriculares (ya que no se puede poner música en alto en público en todo el país) y baila alegremente en un aparcamiento mientras el resto de transeúntes y coches que circulan por la zona no le prestan especial atención.
Sin embargo, las imágenes se han viralizado por todo el país rápidamente y las autoridades han decidido casitgarle por su gesto: le detuvieron por un delito contra la decencia del país.
Según el coronel de la Policía saudí, Atti bin Ayyia Al-Qurashi, el adolescente había realizado "una interrupción del tráfico (a pesar de estar situado en un aparcamiento sin circulación) y violación de la moralidad pública".
Jeddah boy dancing in the middle of Tahlia Street is the hero we need pic.twitter.com/fui9v2UuDF
— Ahmed Al Omran (@ahmed) 19 de agosto de 2017
Este joven de Yeda bailando en medio de la Calle Tahlia es el héroe que todos necesitamos
La división de opiniones se ha evidenciado rápidamente entre los que consideran que se trata de un abuso de poder y los que afirman que su gesto viola las normas más estrictas del Islam.
La situación en Arabia Saudí
Arabia Saudí, última monarquía absolutista del mundo, se rige por la visión más rigorista del Islam, la wahabita, que aboga por interpretar los textos del Corán de una manera muy cerrada.
El país de Oriente Próximo es el único del mundo que prohíbe expresamente a las mujeres conducir un coche. Tampoco pueden salir a la calle sin el pelo tapado y las relaciones homosexuales se castigan bajo pena de muerte (algo que sucede en seis países más).
Los casos de este tipo no son una excepción en Arabia Saudí. Recientemente, las autoridades detuvieron a una mujer por pasear por la calle con minifalda y difundir su gesto a través de las redes sociales. Un paso que salió muy caro en el país con la interpretación del Islam más conservadora del mundo.