Fue en diciembre de 2019 cuando se detectó el primer caso de coronavirus en la ciudad china de Wuhan. Desde entonces, la Covid-19 se ha convertido en pandemia mundial dejando, por el momento, más de 25 millones y medio de contagiados en todo el mundo y superando las 850.000 muertes. Sin embargo, el virus está mutando y algunas cepas están resultando muy peligrosas.
El Instituto Eijkman de Biología Molecular en Yakarta (Indonesia) ha detectado una mutación del coronavirus considerada hasta 10 veces más infecciosa que la cepa original encontrada en Wuhan. Esta mutación, conocida como la D614G, se ha encontrado en ocho de las 22 secuencias del genoma completo del SARS-CoV2, por lo que esta mutación representa ya el 40% de los genomas reportados en este país.
Aún son necesarios más estudios según los investigadores. No obstante, esta cepa D614G ya se detectó ya en enero en Alemania y en otros países de Europa y más tarde en Estados Unidos, según recoge The Jakarta Post.
La OMS valora la mutación
Esta mutación del virus, a pesar de ser mucho más infecciosa, no se ha demostrado que sea más agresiva, aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que tampoco hay evidencias de que sea más leve. María Van Kerkhove, epidemióloga de la OMS ha explicado que el organismo internacional se encuentra trabajando con un grupo de especialistas para entender los cambios que puedan ocurrir en la secuencia genética del virus.
"Si aparece un artículo anunciando que hay una nueva mutación, esto puede asustar, pero estos cambios en los virus ocurren todo el tiempo. Hemos visto cambios en esta mutación del virus llamada D614G, que es algo que ha circulado desde febrero, y es la cepa que predomina en Europa y América del Norte, y ahora ha regresado a Asia", ha explicado la experta.
La experta ha destacado que lo primordial es seguir monitoreando el virus para entender sus cambios y determinar cuáles mutaciones son importantes o lo hacen comportarse de manera diferente.