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Detalles cruciales del juicio de Daniel Sancho: acusaciones, defensa y posibles consecuencias

La clave está en si el tribunal acepta que Sancho actuó en defensa propia y, por tanto, no hubo premeditación.

Detalles cruciales del juicio de Daniel Sancho: acusaciones, defensa y posibles consecuencias

El juicio contra Daniel Sancho, acusado del asesinato del cirujano colombiano Edwin Arrieta, comenzará el 9 de abril en la corte provincial de Koh Samui, Tailandia. El proceso judicial durará alrededor de cuatro semanas, con sesiones semanales de martes a viernes. Los medios de comunicación tendrán acceso al tribunal, pero no podrán grabar ni tomar notas durante el transcurso del juicio.

Las claves del caso incluyen la relación entre Sancho y Arrieta, las acusaciones contra el español y la posición de la defensa.

Amistad y tragedia en Koh Phangan

Sancho y Arrieta se conocieron en 2022 a través de Instagram y se reunieron el 2 de agosto en un bungaló alquilado en Koh Phangan, una isla turística de Tailandia. Según la policía tailandesa, los dos hombres tuvieron una pelea que terminó en la muerte de Arrieta, presuntamente a manos de Sancho. El cuerpo de la víctima fue encontrado desmembrado en un vertedero, envolviendo sus restos en bolsas negras. Sancho fue arrestado y confesó inicialmente el crimen, alegando "celos y miedo a la traición".

Las acusaciones

Sancho se enfrenta a tres cargos: homicidio con premeditación, ocultación del cuerpo tras el descuartizamiento y destrucción de documentación de la víctima. La Fiscalía tailandesa afirma que Sancho premeditó el asesinato y compró herramientas como cuchillos y una sierra antes del crimen. Sin embargo, no hay claridad sobre la causa exacta de la muerte de Arrieta.

La defensa

Sancho se ha declarado inocente del asesinato premeditado, pero ha admitido la ocultación del cuerpo tras el descuartizamiento. Su defensa argumenta que lo ocurrido fue un accidente durante una pelea y que Sancho era víctima de acoso y amenazas por parte de Arrieta. El equipo legal de Sancho está formado por abogados tailandeses, ya que el país asiático sólo permite que abogados locales participen en los juicios. El acusado contará con los servicios de un traductor, según su petición.

El juicio promete ser complejo y polémico, con más de 50 testigos listos para declarar, 28 de ellos presentados por la acusación y 27 por la defensa.

¿Por qué se pelearon Arrieta y Sancho?

Según el relato de la defensa, Daniel le anunció a Edwin su intención de dar por terminada su relación clandestina. Éste, siempre según la versión del español, se negó y trató de agredirlo sexualmente. Aquello acabó en una pelea en la que el cirujano se habría golpeado la cabeza. "Fue una pelea que yo no empecé y que tuvo un desenlace fatal que yo nunca habría querido", asegura Sancho.

"La única forma de determinar homicidio imprudente, homicidio o asesinato es la autopsia" y que lo que hay son unas fotos que muestran lesiones en el cuerpo de Daniel, asegura García-Montes. Estas imágenes, según el letrado, demostrarían que hubo una pelea y que todo ocurrió en defensa propia.

La autopsia

La autopsia de Edwin no ha podido determinar una causa concluyente de muerte debido a la falta de algunas partes del cuerpo, incluyendo el torso. La sentencia se espera para junio o julio, y en caso de que Daniel sea condenado por asesinato premeditado, podría enfrentar la pena de muerte en Tailandia. La defensa trabaja para demostrar que fue un homicidio sin premeditación, lo que podría reducir la pena a cadena perpetua.

Daniel también ha admitido la ocultación del cuerpo tras el descuartizamiento, lo que podría acarrear una pena de hasta un año de prisión. Los padres de Edwin buscan una indemnización de 410.000 euros debido a la pérdida de su hijo como sustento económico.

¿Podría Sancho acabar en España?

Hay al menos un buen precedente. Otro español, Artur Segarra, está encarcelado en Tailandia por asesinato premeditado, retención ilegal, ocultación del cadáver y robo. Durante el proceso judicial, mantuvo su inocencia, pero fue condenado a pena de muerte.

Finalmente, decidió admitir ser el autor del crimen en una carta dirigida al rey de Tailandia, que conmutó la pena capital por la cadena perpetua. Segarra sigue en una prisión tailandesa a la espera de ser trasladado a España.

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