Las boy bands es uno de esos productos que hemos recuperado de años atrás. Parecía una moda efímera que se terminó cuando los Backstreet Boys colgaron los micrófonos, pero que con 'One Direction' volvió a resurgir. Pues en estos momentos en China hay un conjunto de este tipo que está causando furor, Acrush, un grupo de 5 jóvenes de gran belleza física para sus fans.
Sí, hablamos en neutro, y la discográfica debió de haber usado mucho este tipo de lenguaje hasta que se sacó a la luz el gran secreto que escondían las 5 personas que componen Acrush: aunque parece una banda de chicos, en realidad son chicas. Vamos, que han pasado de ser Auryn a Sweet California. Chicas que llevan un look andrógino y que, igualmente, han enamorado a millones de fans femeninas adolescentes y jóvenes en todo el país. Las integrantes de la banda, que como curiosidad diremos que se llaman Lu Keran, An Junxi, Peng Xichen, Min Junqian y Lin Fan, tienen una edad en torno a los 20 años, y con su grupo han alcanzado los 900.000 seguidores en la red social china Weibo, a punto de alcanzar a Katy Perry.
El look andrógino, éxito en China
Su agente, Zhou Xiaobai, ha explicado las razones de esta iniciativa, que fue, como es común en las boy bands, un proyecto de la discográfica para el que se realizó un proceso de búsqueda de chicas que encajaran en el perfil. Querían un grupo que no se ciñera a las normas o etiquetas establecidas. Precisamente, la "A" en el nombre hace referencia al personaje mitológico griego Adonis, que representa la belleza masculina. Y es que en el panorama musical de China tiene mucha influencia la cantante Li Yuchun, que tiene un look bastante asociado a la apariencia masculina, pero que aun así en 2005 ganó un talent show llamado 'Super Girl'. Esta ambigüedad gustó mucho, y por eso se acertó con lanzar al estrellato a esta banda andrógina.
Cuando las fans de Acrush se enteraron de esta confusión en el género de la banda, no lo llevaron nada mal, y aún se refieren a ellas como "husbands" (maridos), un término muy curioso, que usan en China para referirse a los ídolos adolescentes porque las chicas fantasean con casarse con ellos. Así que las Acrush siguen siendo los maridos deseados de las féminas heterosexuales. Estas les siguen enviando cartas y mensajes de amor y admiración, y Zhou Xiaobai dejaba claro que la banda tenía que responder a todas ellas porque querían ser agradecidos con los fans. Sin embargo, decía en Quartz una de las integrantes, Lu Keran, que no podría corresponder a las chicas que le envían cartas de amor. Tampoco pasa nada, siempre tuve muy claro que lo mío con Nick Carter era imposible aunque fuera un chico heterosexual.
Te gusta una chica, ¿y?
Este es un fenómeno muy interesante más allá de la estrategia comercial. Sobre la pregunta de si son lesbianas, hetero, trans, travestis o cualquier otra alusión a su orientación y/o identidad, no se sabe, ni ellas tienen permitido hablar de ello. Pero hemos de decir que tampoco es importante. Lo que más remarcaríamos del fenómeno Acrush es que las jóvenes fans chinas no han tenido miedo de continuar sintiéndose atraídas por ellas, aunque sean mujeres.
Nos enseña, también, que igual el deseo y la atracción no tiene orígenes y explicaciones tan reducidamente naturalistas, con feromonas y argumentos similares, sino que tiene un componente social muy importante. El ver a una persona como un "hombre" o "mujer" nos puede resultar atractivo, pero en lo que a su físico o su cara refiere, no estamos tan definidos. Y, en conclusión, quizá este ejemplo ayude a normalizar la diversidad sexual y a desterrar ideas sobre lo que es "masculino" y "femenino", o sobre quién debe gustarme o no.
Y sí, si soy chicas y alguna vez habéis sido fans de un ídolo adolescente masculino, habréis oído miles de comentarios aludiendo a que "parece una chica", "no es nada masculino" o incluso "en realidad es gay", y si vieran esta noticia pensarían que sus argumentos tienen más sentido que nunca. No sabemos si es por pretender hacer daño (como si eso fueran insultos), por envidia o porque esas personas nunca llegaron a entender que los roles heteropatriarcales nos importan bien poco.
