El cuerpo localizado este lunes 16 de julio en la zona del barranco de Masca (Buenavista del Norte, Tenerife), corresponde a Jay Slater, el joven británico de 19 años desaparecido en la isla hace un mes.
Los trabajos de los forenses se han demorado porque el cuerpo estaba muy deteriorado. Sin embargo, han terminado sus labores y el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha confirmado que las huellas dactilares son del joven y que portaba su documentación.
El cuerpo había sido localizado durante la mañana del lunes por agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (Greim) en la abrupta zona de Masca, donde ya se estaban realizando labores de búsqueda al hallar que este era el punto donde se perdió su vista.
Resultado de la autopsia
El informe forense ha desvelado ahora la causa de la muerte de Jay Slater. Se trata de un poli traumatismo compatible con caída en zona rocosa.
La zona donde se halló el cuerpo es rocosa, llena de desniveles y cuenta con multitud de barrancos, senderos y caminos. Por este motivo, parece probable que el joven se perdió y sufrió una caída accidental que acabó con su vida. La zona presenta gran inaccesibilidad, que llevó a la colaboración de los agentes del Greim (especialistas en montaña) para encontrar el cuerpo sin vida del joven.
Hasta ahora se habían manejado varias hipótesis sobre su desaparición. La primera de ellas era un accidente, pero la segunda un posible ajuste de cuentas. La última persona que vio al joven fue una persona vinculada al narcotráfico, que había alquilado un alojamiento por Airbnb con un nombre falso e involucrado en el pasado en la importación de sustancias a Gales. Además, el joven había preguntado a su entorno cómo vender un Rolex de 14.000 euros que supuestamente había robado.
Durante toda la investigación tuvo mayor fuerza la primera opción y ahora, tras el hallazgo del cadáver, vuelve a tomar más relevancia en la investigación.
El joven había llegado a la isla con varios amigos para pasar las vacaciones y asistir a un festival de música. Se le perdió la pista en la zona de Masca tras acudir a una vivienda vacacional junto a otros dos ciudadanos británicos que había conocido en la isla. Su última llamada de teléfono fue a una amiga en la que decía que le quedaba poca batería, estaba desorientado, tenía mucha sed y trataba de buscar un autobús para volver al apartamento, ubicado en el sur de la isla.
