Seis empleadas de una gasolinera cordobesa han sido despedidas después de negarse a acudir a su puesto de trabajo con una minifalda cuando el uniforme de trabajo prescrito por la compañía es un pantalón, un polo y unas botas.
Así lo han denunciado ante la Justicia las afectadas, que han señalado cómo el responsable de la estación de servicio se dedicó a presionarlas para que vistiesen la minifalda bajo amenaza de despido.
Después de conocer la rescisión del contrato, las seis trabajadoras decidieron acudir al Centro Municipal de Información de la Mujer de Carlota (Córdoba), cuyo caso fue remito al IAM, es decir, el Instituto Andaluz de la Mujer.
Ahora, tanto el IAM como el sindicato CCOO se han mostrado a favor de asesorar legalmente a las mujeres para que lleven al dueño de la estación de servicio ante la Justicia.
Según los responsables de Comisiones Obreras las afectadas se encuentran muy asustadas, pero han decidido tomar esta decisión porque la "política discriminatoria de la empresa" ha sido "la gota que ha colmado el vaso" para el sindicato.
Al parecer, la falda que se quería imponer a las trabajadoras era "tipo pádel", una vestimenta que cubre poco el cuerpo de las empleadas. Ellas se quejaban, además, de que el frío del invieron impedía que ejercieran correctamente su trabajo con una vestimenta tan poco ajustada.
Por ello, algunas decidieron continuar con los pantalones, mientras que otras complementaron la prenda con unos leggins con los que protegerse de la climatología adversa.
Sin embargo, para el responsable la decisión no fue suficiente. Según denuncia el representante legal, terminaron por recibir "un despido fulminante sin la correspondiente notificación en los plazos establecidos".
La estación de servicio se defiende
Mientras que se suceden las crítica en torno a la decisión del responsable de esta estación de servicio, los usuarios ya han llamado al boicot.
El responsable ha publicado un mensaje en redes sociales en el que aparece una de las empleadas con el uniforme y los leggins (que las despedidas afirmaron que no les dejaron llevar), con el siguiente texto: "¿Hay alguien con dos dedos de frente que diga en el siglo XXI que este uniforme denigra a las mujeres?".
En otra publicación posterior, ha mostrado a dos de sus empleadas en un momento de su descanso. Una de ellas aparece con el uniforme de la polémica y también con los leggins, mientras que la otra aparece con los pantalones que la empresa matriz, AVIA, muestra como uniforme reglamentario.
La empresa matriz se defiende
La empresa matriz que da nombre a la estación de servicio, AVIA, ha publicado un comunicado en redes sociales con el que salir al paso de la polémica. Según relatan, "el uniforme oficial de nuestra compañía" (en referencia al que emplea el mismo tipo de pantalones, polo y zapatos de seguridad para hombres y mujeres) "es de uso obligatorio para todos los empleados de la red de Estaciones de Servicio AVIA, ya sean hombres o mujeres".
En el comunicado, la empresa deja claro que "ningún propietario de estación de servicio puede utilizar una vestimenta alternativa, ni mucho menos puede incluir la marca AVIA en una prenda no oficial". A pesar de todo ello, el dueño de la estación de Carlota aún continúa publicando en redes sociales fotografía de sus empleadas con el uniforme que supuestamente no admite la empresa.
Ante todo el revuelo, la compañía ha concluido anunciando que iniciará una investigación para "adoptar todas las medidas que estén a nuestro alcance", y recuerdan que "AVIA es una marca que da la imagen a la estación pero que cede al propietario la independencia en la contratación del personal".
Finalmente, han pedido disculpas y han lamentado el incidente. Mientras tanto, las trabajadoras continúan recibiendo asesoramiento legal antes de decidir si acaban acudiendo a los tribunales.