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El despertar feminista de Carlota Corredera

El nacimiento de su hija y la publicación de su primer libro la empujaron a reivindicar su condición de mujer.

El despertar feminista de Carlota Corredera

En Vigo la conocían como Carlotiña. Llevaba consigo una grabadora y en sus primeros años en Santiago de Compostela daba sus primeros pasos como periodista. Aunque escribir con la máquina de su padre fuera su gran vocación, poco podía imaginar esa joven aspirante - sin saberlo - a estrella televisiva que unos años más tarde utilizaría una nueva grabadora y un teclado de ordenador para redactar lo que hoy es la consolidación de su despertar feminista. "¡Hablemos mucho de nosotras!", firma ahora Carlota Corredera en sus dedicatorias. Dice que el nacimiento de su hija Alba y la publicación de su primer libro, 'Tú también puedes', le cambiaron el chip. Transformó las críticas que recibió entonces en el borrador de un segundo trabajo, uno de corte feminista en el que habla ahora con mujeres y sobre mujeres. Y así es como nace 'Hablemos de nosotras'.

Mujeres con voz

El libro lo compone un casting inmejorable. Son entrevistas, largas charlas en las que se habla de todo y - casi - sin censura. Carlota puede estar muy orgullosa de ese grupo de nueve mujeres y dos hombres que han accedido a hablar con ella abiertamente sobre feminismo. Sin duda, el perfil de sus invitados es el plato fuerte del libro. Me sorprende descubrir más cerca que nunca a Miriam González Durántez, abogada especialista en derecho de la Unión Europa. Un currículum brillante que no se corta al hablar de la brecha salarial o del bulo de las denuncias falsas en violencia de género. Sobre este asunto imparte una clase magistral otro de los entrevistados, el juez Joaquim Bosch. Cada una de sus respuestas ayuda a desmentir los bulos acerca de la violencia machista y desestigmatiza a las mujeres que han sido víctimas de este terrorismo. Destaco también la entrevista de Sonia Vivas, que desvela que este tipo de violencia es la que más se da dentro de los cuerpos de Policía. Su posición frente a la prostitución anima a la reflexión y da en el clavo, además, cuando habla sobre cómo lograr una revolución feminista real: "Cuando la gente a la que tú quieres y a la que tú necesitas deja de avergonzarse de ti y se organiza y levanta tu voz porque no se te está escuchando; eso es lo que genera el cambio real".

Carlota Corredera logró la primera entrevista con Cristina Cifuentes tras su dimisión
"Carlota Corredera logró la primera entrevista con Cristina Cifuentes tras su dimisión"

Cristina Cifuentes es otro de los rostros que se abre en canal entre las páginas de este libro. Aunque su regreso a la vida pública se ha ido normalizando en los últimos meses, Corredera tiene el mérito de haber conseguido la primera entrevista de la expolítica tras su escandalosa dimisión. El libro, no obstante, se publicó después de la aparición de Cifuentes en 'El programa de Ana Rosa'. Su conversación con la presentadora de Telecinco nos deja con la miel en los labios: "Tuvimos que parar varias veces la grabadora", confiesa la periodista. Todos los personajes que se sientan frente a Carlota aportan algo valioso a esta segunda obra. Incluso Alberto San Juan, a pesar de sus escuetísimas respuestas. Quizá su entrevista es el punto que más flaquea en el libro.

Con Anabel Alonso, Carlota Corredera aprovecha para confesar que una actriz española estuvo a punto de sentarse en un plató para desvelar los abusos de uno de nuestros directores de cine. Nuestro propio #MeToo se truncó por el miedo a las represalias. Pero también hay conversaciones más amenas y cañeras, y nos regala, además, un "momento fan" frente a Chenoa que no pudo evitar. Spoiler: le pregunta por el chándal.

La culpa es femenina

Estudiando el libro encuentro que en varias de las entrevistas con las mujeres sale a relucir la culpa como un tema recurrente. Quizá es la gran asignatura pendiente del feminismo. Gestionar esa culpa que sienten la mayoría de mujeres por hacer o por no hacer, por sacrificar su vida personal en favor de la laboral o por lo contrario, por hablar o por callar, por ser valiente o por no saber cómo serlo. Es curioso radiografiar las charlas de este libro y encontrar que la culpa une a todas sus protagonistas en un mismo discurso.

Ese sentimiento de culpa que todas comparten se une a la sensación de haber sido cuestionadas constantemente por las decisiones que han tomado en sus vidas, tanto personales como profesionales. Me gusta que Carlota Corredera  hable de su llegada al feminismo como un "despertar", porque es la analogía que mejor define la evolución de todas las mujeres - feministas - que forman parte de este libro. Reivindican derechos y oportunidades pero, sobre todo, se reivindican a sí mismas porque están cansadas de pedir perdón y permiso todo el rato.

El carro feminista

Carlota Corredera en la presentación de su libro, 'Hablemos de nosotras'
"Carlota Corredera en la presentación de su libro, 'Hablemos de nosotras'"

De Carlota han llegado a decir que tiene un afán de protagonismo brutal. En este libro, sin embargo, se limita a hacer preguntas. La fotografía que ilustra su portada es toda una declaración de intenciones. Carlota apoya su rostro sobre sus manos y parece expectante, dispuesta a escuchar a sus invitados. Sonríe y sus ojos se muestran humildes. Lleva el torso desnudo porque con cada pregunta ella se desnuda un poquito entre las hojas del libro. Y porque espera que los demás también se desnuden ante ella. Su posición no es fácil. Es una de las presentadoras de 'Sálvame' y la etiqueta lleva un prejuicio casi imposible de despegar. Dice que algunos rostros se negaron a participar en esta obra, pero el feminismo debería celebrar 'Hablemos de nosotras'. Probablemente Carlota Corredera sea solo una excusa para llevar el feminismo a muchos hogares de nuestro país, a muchos en los que de otra manera a lo mejor hubiera llegado. Estas entrevistas son, ante todo, didácticas. Y provocarán muchos más despertares.

Ella lleva media vida picando piedra en televisión, antes detrás y ahora delante de las cámaras. Conoce perfectamente los pormenores que conlleva ser una persona popular y los asume con deportividad, aunque el camino no haya sido fácil. "Soberbia", "egocéntrica", "dramática", "marimandona", "narcisista", "gorda", "mentirosa". Así la ven algunos a través de la pantalla.  Probablemente escribir este libro, tener estas once conversaciones llenas de sororidad, le hayan fortalecido y empoderado. Pero los que hemos tenido la oportunidad de conocerla un poquito más de cerca sabemos que, fundamentalmente, Carlota es buena, es una buena persona. Y de las raíces de la bondad solo puede nacer la integridad, la honradez y la generosidad que transmite en las distancias cortas, sin el filtro que construye la cuarta pared.

Ah, por cierto. También la llaman "oportunista". Que se ha subido al carro del feminismo, dicen. En eso sí estoy de acuerdo. Se ha subido al carro y yo me subo con ella. El activismo es al feminismo lo que el agua y la luz del sol a un jardín. Esto va deprisa y no tiene freno.

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