La reforma laboral aprobada por el Partido Popular en 2012 con su mayoría absoluta, la cual les implantó en el Gobierno, puso entre las cuerdas a los trabajadores. Y es que según los sindicatos esta ley sirvió "para crear empleo temporal y precario a costa de destruir puestos de trabajo indefinidos y a jornada completa" y para "facilitar el despido abaratándolo". Razón no les falta. Y es que según la encuesta de Coste laboral del INE (Instituto Nacional de Estadística) las indemnizaciones por despido se han abaratado de manera salvaje. Entre diciembre de 2011 y diciembre de 2017, el dinero que percibieron los trabajadores de media tras su despido pasó de 530,37 euros a 197,87, es decir, un 63,1% menos.
Las indeminzaciones las reciben todos los trabajadores que dispongan de un contrato laboral una vez finaliza su acuerdo con la empresa, siempre que no sea un despido voluntario. Ese finiquito consta de las horas extras no cobradas, vacaciones no disfrutadas, conceptos retributivos como salario no recibido, parte proporcional de las pagas extras, entre otras cosas. Y la reforma laboral afectó en un factor primordial para calcular el finiquito: el salario por año trabajado, que pasó de 45 a 33 días por despido improcedente y de 42 a 24 días el máximo de mensualidades que podía recibir el despido.
Contratos temporales y sin derecho a indemnización
Todo ello mientras que se ampliaban las causas en las que el empresario puede optar por el cese objetivo, que como publica Público, recorta el salario por año a 20 días y el tope de mensualidades a doce. Asimismo, el abaratamiento de los despidos repercutió en los salarios, que en seis años sólo han aumentado en un 1%, de 22.775 euros anuales a 22.806, según el INE.
Por otro lado, el empleo se destruyó sobre todo hasta diciembre de 2017 y los EREs dejaron en el paro a más de un millón de personas, mientras que se redujo la jornada laboral a más de 240.000 trabajadores. En cuanto a los trabajos eventuales se crearon 495.300 puestos de este tipo, en los cuales una vez el trabajador es despedido no recibe una indemnización. En dos años se han realizado dos millones de este tipo de relación laboral, que beneficia a las empresas porque como hemos señalado, una vez finaliza el contrato, no tienen que indemnizar al trabajador, algo que se ha vuelto una tendencia en nuestro mercado laboral. Aunque cabe señalar que la parte fija de las plantillas se mantiene, pero que como demuestra el INE sus condiciones de despido son mucho peores que hace seis años.