Con un largo período de confinamientos a nuestras espaldas, en uno de los países con una de las cuarentenas más duras, empiezan a surgir dudas sobre cómo será el calendario de desconfinamiento. El permiso para que los niños puedan salir a la calle se une a las promesas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que promete que la próxima prórroga llegará con nuevos permisos de salida.
Sin duda, la economía se está resintiendo de manera considerable. Por ello, hay intención de comenzar las salidas en función de varios barómetros entre ellos, que una zona lleve al menos dos semanas con una tasa de contagio inferior a 1 (número reproductivo básico), que haya capacidad asistencial en caso de rebrote (ocupación de UCI inferior al 50% con tasa de hospitalización por Covid-19 ifnerior al 30%). Y, por último, que la incidencia de casos sea de dos por cada cien mil habitantes.
Como se puede comprobar, la situación no es igual en todos los casos. Vamos a incluir una lista con los territorios que podrían comenzar a desconfinarse en primer lugar.
1 Formentera, El Hierro, La Gomera y La Graciosa
Los primeros territorios en afrontar el desconfinamiento podrían ser tres islas del archipiélago canario (El Hierro, La Gomera y La Graciosa) y uno en las islas Baleares (Formentera).
La situación de estos territorios es idónea. En La Graciosa no ha habido ningún caso durante la pandemia, mientras que La Gomera y El Hierro ya se encuentra libre de coronavirus tras registrar las últimas altas. De hecho, el presidente del Cabildo de El Hierro, Alpido Armas, ha anunciado que intentará abrir todas las playas y bares el próximo mes de mayo; mientras que La Gomera intenta seguir esta medida.
En cuanto a Formentera, la situación es más lenta, aunque muy positiva. Durante las últimas semanas solo ha registrado cuatro contagios en total, lo que revela una tasa de contagiosidad muy inferior al baremo que se establece para la apertura de la cuarentena. El Gobierno de las Islas Baleares está elaborando un plan que espera presentar ante Presidencia del Gobierno con el objetivo, además, de extrapolar medidas a la península.
2 Once comunidades autónomas
La situación de aislamiento de las islas que hemos mencionado permite agilizar las aperturas, puesto que el 'efecto llamada' se ve reducido por la capacidad de cerrar los transportes. Sin embargo, hay una comunidad autónoma que en términos estadísticos se encuentra en una situación similar, Murcia. En este caso, las medidas podrían ser mucho más lentas por la cuestión geográfica.
Cerca de Murcia, aunque sobrepasando el baremo de dos contagios nuevos por cada 100.000 habitantes, se encuentran Andalucía, Extremadura y Asturias. El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha propuesto iniciar la desescalada primero desde Despeñaperros hacia el litoral. Parece complicado que sea el primer territorio en vivir esta circunstancia, pero sí podría empezar antes que el resto de autonomías.
En cuanto a las dos ciudades autónomas, Ceuta y Melilla, la situación parece más lenta. Por el momento, siguen registrándose contagios en dos territorios que se encuentran entre los últimos afectados por el coronavirus. SIn embargo, la tasa se está reduciendo de manera considerable. A favor de su confinamiento, sobre todo, juega la capacidad de aislamiento, con el cierre de frontera con Marruecos y la restricción de comunicaciones aéreas y marítimas con la península.
3 Las últimas comunidades en desconfinarse
El escenario más pesimista se encuentra, sobre todo, en las cuatro comunidades autónomas con tasas de contagio superiores a 1: Madrid, Cataluña, Galicia y Cantabria. En ellas, todavía habría que esperar a que el virus se encuentre más controlado con el paso de los días.
Sin embargo, hay hueco para la esperanza. Por ejemplo, Madrid ya ha bajado del 44% de ocupaciones en las UCI por coronavirus, uno de los baremos para el desconfinamiento, que ganaría relevancia si bajara al 30%.
Se trata solo de una de las circunstancias que también invitan al optimismo en la capital, donde las autoridades ya están elaborando planes específicos para el uso del transporte público y la movilidad. En este caso, a diferencia que en La Gomera, se espera una nueva normalidad más tensa, pero vuelta a la normalidad, al fin y al cabo. Un cambio de paradigma que recuerda, en cierta medida, al cambio en los aeropuertos tras los atentados del 11-S.
