Un grupo de investigadores del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han publiado un estudio en el Transboundary and Emerging Diseases que ha identificado un nuevo hongo parásito con gran potencial de infección en seres humanos.
El patógeno se ha identificado como Enterocytozoon bienusi y habita generalmente en cerdos ibéricos y jabalíes, donde se han encontrado dos genotipos con gran potencial de contagio para nuestra especie.
El trabajo sugiere que este hongo se puede transmitir entre ambos animales que, a su vez, podrían actuar como reservorio a la hora de infectar potencialmente a otros animales y también a personas.
Alejandro Dashti, del Laboratorio de Referencia en Investigación Parasitología del ISCIII, es el autor principal del estudio, dirigido por David Carmena. Además, han participado otros miembros destacados como Pamela Köster, Begoña Bailo o Verónica Briz.
También han participado científicos del Instituto de Investigación Maimónides de Córdoba, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y del Laboratorio de Seguridad Microbiológica Medioambiental y Alimentaria del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.
Hongos que viven como parásitos intracelulares
El hongo Enterocytozoon bieneusi pertenece a los microsporidios, hongos que viven como parásitos intracelulares en diferentes animales vertebrados, así como invertebrados.
Este patógeno es el principal causante de microsporidiosis en humanos, una enfermedad rara que tradicionalmente se asocia a cuadros de diarrea y que puede llegar a ser grave. Afecta especialmente a pacientes con problemas inmunitarios, como receptores de trasplantes o pacientes con VIH.
La enfermedad se puede contraer cuando se consumen alimentos o bebidas (principalmente agua) que han sido previamente contaminados con esporas del hongo o cuando se tiene contacto con animales o personas ya infectadas.
La investigación se ha llevado a cabo sobre 300 cerdos ibéricos y jabalíes de la provincia de Córdoba, a los que se les ha realizado una prueba PCR que ha confirmado el hongo en el 23% de los cerdos y el 2% de los jabalíes. La infección es más común entre las cerdas que han tenido lechones que entre los cerdos destinados al engorde.
Los datos del estudio han servido para concluir en el estudio que ambos animales pueden representar, en estos momentos, una fuente de contagio de la microsporidiosis, tanto entre animales como hacia las personas.