Dicen que la lactancia materna es algo beneficioso para el bebé, pero en este caso madre e hijo han salido beneficiados de este periodo maternal, ya que gracias a ella una joven ha descubierto que padecía un cáncer de mama en fase temprana.
Sarah Boyle, una joven británica de 16 años, llevaba amamantando a su bebé desde el momento en el que nació. Sin embargo, hacía tres meses que el pequeño rechazaba la leche que emanaba de su pecho derecho. La mujer, preocupada acudió al médico de cabecera, que no dio importancia al asunto.
El bebé continuó amantándose con normalidad de su pecho izquierdo, pero cuando cambiaba de lado, echaba a llorar y se negaba rotundamente a alimentarse.
Teddy comprobaba que la leche de mi seno derecho era diferente que la del izquierdo, así que la rechazaba
La madre decidió volver a su médico, que la remitió a un examen para comprobar si el problema era suyo y no del bebé, y efectivamente, detectaron en Sarah una enfermedad extremadamente rara en mujeres jóvenes, un cáncer de mama triple negativo en grado dos.
Sarah se ha tenido que someter a una mastectomía y ahora recibe quimioterapia, por lo que no puede amamantar a su hijo. No obstante, ella se muestra positiva y agradece enormemente los avisos de su bebé, que le han salvado la vida.
Teddy es mi héroe, si no hubiera sido por él nunca habría sospechado que estaba enferma (...) El cáncer había estado creciendo durante tres meses, exactamente el mismo tiempo que Teddy dejó de alimentarse de mi pecho
Así mismo, esta joven ha querido contar su historia para concienciar a las mujeres de la importancia de realizarse exámenes médicos y de prestar atención a cualquier protuberancia que pudiera aparecer en el pecho.