La última ocasión en que fue visto Javier Márquez, el joven de 20 años desaparecido, fue en el puente de Logroño, según ha confirmado el portavoz de la Guardia Civil, Miguel Ángel Sáez. Desde entonces, no ha habido ningún rastro, tan solo un mensaje que fue recibido en su WhatsApp posteriormente y que ha levantado las incógnitas de los investigadores porque el joven había afirmado que no tenía batería.
Por el momento, se mantienen abiertas todas las hipótesis sobre su desaparición, aunque los agentes encuentran consenso en que la desaparición del joven no fue voluntaria. El perímetro de búsqueda se ha ampliado hasta Navarra y cuenta con la participación de los buceadores, del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.
El río Ebro está bajando en estos momentos con fuerte caudal después de las últimas lluvias registradas, y esta circunstancia está dificultando enormemente la labor de los buceadores implicados en su búsqueda, puesto que no tienen gran visibilidad cuando se sumergen en el río.
"Desorientado"
El joven se despidió de sus amigos para retornar a casa tras una fiesta universitaria a las 05:30 horas. Les dijo que iba a "dormir a casa de su hermana", pero nunca llegó. La vivienda se encuentra a diez minutos caminando desde la discoteca a la que había acudido.
Las cámaras de seguridad de la discoteca Panorama registraron a Javier a las 06:15 horas del 2 de marzo. Se trata de un establecimiento que se encuentra precisamente en dirección contraria a la casa de la hermana de Javier, a la que había afirmado que se dirigía.
Un amigo del joven ha declarado al diario El Cierre Digital que "Javi no estuvo dentro de esa discoteca, sino que pasaba por allí". Como explicación señala que "según varios testigos, Javi estaba desorientado. De hecho, esos testigos han dicho que se cayó. Cuando se despidió de sus amigos estaba bien, es todo muy extraño".
La preocupación aumenta con el paso de las horas y la ausencia de pistas para localizar su paradero. El joven sigue viviendo en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), pero se ha trasladado puntualmente a Zaragoza por sus estudios. Durante estos hechos, se había trasladado a Logroño para visitar a sus allegados y, según su amigo, tenía intención de regresar a las 07:00 horas del sábado, sin embargo, "decidió irse a casa de su hermana y volver a Zaragoza al día siguiente".
En el momento de su desaparición, el joven portaba el teléfono móvil consigo, sin embargo, su amigo señala que no tenía batería y no daba señal. "Sin embargo, el 2 de marzo a las 17:00 horas de la tarde le empezaron a llegar mensajes durante un rango de cinco minutos, pero no respondió ninguno. En ese momento le intentamos llamar, pero no daba tono. Posteriormente se volvió a apagar el teléfono".
"No parecía preocupado o triste. Es un chaval bastante tranquilo, que no tiene problemas con nadie ni busca pelea. Es la primera vez que pasa algo así con él y por eso estamos tan preocupados", ha relatado su amigo.
El joven mide 1,62 metros, de complexión atlética y tiene pelo castaño y ojos claros. Iba vestido con un pantalón beige y una sudadera marrón en el momento de su desaparición. En caso de tener algún dato que pueda ayudar a su localización, se puede contactar con SOS Desaparecidos en los teléfonos 649 952 957 y 644 712 806, además de la dirección de correo [email protected].
