Fue en 2007 cuando Rosa Díez, tras salir por la puerta de atrás del PSOE, se decidió a fundar su propio partido, liderarlo y ponerle como color corporativo el magenta, para que quedara bien identificado con ella misma. Nació así UPyD, que conseguiría cinco diputados en las elecciones generales de 2011, cuando ni Ciudadanos ni Podemos habían irrumpido aún en la política nacional. Poco le duró la alegría a Diez, pues solo cuatro años después, en las elecciones de 2015, su formación perdió toda representación en las Cortes Generales. La vasca, finalmente, abandonó el partido y desde entones se ha dedicado a lanzar ataques a través de Twitter, pedir el apoyo para el PP e incluso mostrar simpatía por VOX.
UPyD, mientras tanto, ha continuado (como ha podido) su andadura. En las últimas elecciones, Cristiano Brown, actual líder del partido que quiso estar en la foto de Colón, ha pedido el apoyo para Ciudadanos y en la cita del 10-N incluso entraron en las listas de los naranjas, pero ni con esas impidieron la debacle de la formación de Albert Rivera. Ni Brown consiguió entrar al Congreso.
Pero tras años de luchar por sobrevivir, parece que los días de UPyD están llegando a su fin. La jueza del Juzgado de lo Mercantil nº 9 de Madrid ha dado la orden para que UPyD desaparezca como partido en el registro del Ministerio del Interior y ha declarado su extinción como persona jurídica, ante la imposibilidad de hacer frente a una deuda que mantiene con Beatriz Becerra, que antes de lograr un escaño en el Parlamento Europeo ocupó el cargo de responsable de Comunicación. Así lo recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Si bien la jueza recoge en su auto la petición de UPyD para declararse en concurso de acreedores debido a su "insolvencia" e imposibilidad de "cumplir regular y puntualmente" con sus obligaciones "por falta de liquidez y desequilibrio patrimonial", también entiende que la apertura de un procedimiento concursal sería "perjudicial" e "inútil" en vista de la falta de músculo del partido para acometer la deuda.
Por ello, da por cerrado este procedimiento administrativo y declara extinguida la sociedad Unión, Progreso y Democracia "con cancelación de su inscripción en el registro de partidos políticos". La formación tiene ahora 20 días para interponer recurso a esta decisión.
UPyD se defiende
Nuestro proyecto no sólo es viable económicamente, también es necesario. Somos la alternativa a la política mediocre y a los extremistas.
— UPYD (@UPYD) November 18, 2020
La resolución judicial no es firme. Recurriremos y confiamos llegar pronto a una solución.https://t.co/vsJgCEjU8k
Unión, Progreso y Democracia ya ha expresado su intención de recurrir, entendiendo que su su proyecto es "viable y necesario para el conjunto de los españoles en estos tiempos de política de baja calidad y de populismo". "UPyD confía plenamente en la viabilidad económica de su partido y aunque es un procedimiento complejo se espera avanzar en los próximos días", insisten.
Desde el partido aseguran que su propósito de entrar en concurso de acreedores tenía el objetivo de acometer "de una forma más flexible" la deuda con su extrabajadora, Beatriz Becerra, "tras muchos intentos por llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes", insistiendo en que se encuentran "en vías de resolverlo".