El exagente Derek Chauvin ha sido condenado a 22 años y medio de prisión por el asesinato del afroamericano George Floyd. Tras ser declarado culpable el 20 de abril por un jurado popular, el juez le ha sentenciado este viernes por los cargos de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado. Sin embargo, la pena se quedaría en quince años por cumplimiento de dos tercios.
Antes de conocer la sentencia, Chauvin expresó sus condolencias a la familia de George Floyd. Por su parte, el juez Peter Cahill, en la sesión celebrada en el tribunal del condado de Hennepin, quiso dejar claro que su resolución estaba fundamentada en los hechos sobre un caso específico e individual, y no en la opinión pública. "No está basada en las emociones o la compasión", aseguró. Aun así, "quiero hacer un reconocimiento al profundo y tremendo dolor que todas las familias están sintiendo, especialmente la familia de Floyd, tienen nuestra compasión", dijo el magistrado.
Este fallo deja insatisfechas las peticiones de la Fiscalía, que pedía 30 años; y a la familia de la víctima, que demandaba 40 años de cárcel. Sin embargo, la condena supone el máximo castigo jamás impuesto a un policía por una causa derivada de un acto de servicio, por lo que se calificó de "sentencia histórica".
El caso de George Floyd
La jornada arrancó con las palabras grabadas de Dianna, la hija del difunto, de siete años. "Echo de menos a mi padre y lo amo", dijo. Luego aparecieron otros familiares en vivo. "En mi nombre y en el de mi familia, pido la máxima condena. Si fuera al revés, no habría caso", remarcó Terence. "A nuestra familia le han dado la pena máxima, nunca volveremos a ver a George. Chauvin no tuvo ninguna consideración por la vida humana, por George", añadió.
Derek Chauvin mantuvo su rodilla presionando el cuello de Floyd con todo su peso durante ocho minutos y 46 segundos, lo que provocó su muerte. Todo comenzó cuando los empleados de una tienda llamaron a la policía porque Floyd había pagado supuestamente un paquete de tabaco con un billete falso de 20 dólares. Un adolescente que pasaba por allí grabó el momento y las imágenes dieron la vuelta al mundo siendo la prueba principal del juicio pues en ella puede verse que la víctima no se resistió y que no tuvo ningún comportamiento violento además de que avisó varias veces que no podía respirar.
Su asesinato provocó una ola de protestas y disturbios en Estados Unidos clamando en contra de la violencia policial sobre las personas racializadas bajo el lema 'Black Lives Matter', las vidas negras importan, un movimiento que ha dado la vuelta al mundo.