Cada año el municipio sevillano de Coripe celebra el domingo de resurreción La Quema de Judas, en el que los habitantes linchan a un muñeco que representa al personaje más odiado del año. Esta fiesta está considerada de Interés Turístico Nacional, pero ha saltado a la opinión pública porque ha sido denunciada por el Movimiento contra la Intolerancia a la Fiscalía de Delitos de Odio de Sevilla por según explica la asociación, haber linchado a una muñeca que representaba a una mujer negra y con pelo rizado que era Ana Julia Quezada, la asesina confesa de Gabriel.
Esta organización denuncia que la muñeca fue llevada a la plaza del municipio por unos hombres que escopeta en mano la tirotean, pero antes la cuelgan de un árbol, le tiran del pelo y le dan puñetazos en la cabeza para que finalmente sea quemada. El personaje cada año es elegido por el AMPA del colegio del pueblo, hecho que resulta lamentable para la asociación denunciante, ya que aseguran que "fomentan el odio y la violencia" y como consecuencia "podrían desarrollarse estereotipos y prejuicios de naturaleza racista, misógina y xenófoba". Además alegan que entre los asistentes hubo personas que gritaron consignas racistas por la condición de mujer negra de Ana Julia.
Delito contra derechos fundamentales
A La Quema de San Judas acuden menores y por eso el Movimiento contra la Intolerancia cree que se trata de una Fiesta y de unos hechos concretos "contrarios a los más elementales principios del derecho reparador qu obvian el necesario interés del menor, que ha de ser protegido en todo momento". El portavoz de la asociación, Esteban Ibarra, recalca que "aunque repudiemos a esta persona (en referencia a Ana Julia), por el crimen que ha cometido este no es el camino".
La denuncia que han presentado ante la Fiscalía de Delitos de Odio de Sevilla pide "la apertura de diligencias de investigación que clarifiquen responsabilidades ante estos hechos por si los mismos fueran constitutivos de un delito contra las libertades y derechos fundamentales del 510 del Código Penal". En años anteriores los muñecos que han sido quemados o linchados han sido el asesino de Marta del Castillo, Miguel Carcaño; Bárbara Rey o Iñaki Urdangarín.
Lo que no tenemos muy claro es si esta fiesta trae algún bien a la sociedad, ya que aunque algunos muñecos representen a asesinos, la festividad en sí transmite valores negativos como la venganza y puede incitar al odio, que a su vez puede llegar incluso a terminar con violencia racista, machista o por otras cuestiones.