La líder de VOX en Madrid, Rocío Monasterio, ha sido denunciada ante la Fiscalía por un presunto delito de falsedad documental. La demanda parte del partido Más Madrid y busca esclarecer si Monasterio cometió algún delito por utilizar un falso visado del Colegio de Aparejadores en los planos de la obra de un loft de 2005, según ha advertido la propia entidad al diario El País.
A pesar de todo, el expediente municipal señala que siguió usando ese sello en varios trámites hasta el año 2016, según el citado medio. Si esto se demostrase, el presunto delito de falsificación en documento público no habría prescrito, ya que debería haber pasado un plazo de cinco años. El Ayuntamiento de Madrid, encabezado por José Luis Martínez-Almeida (PP) y sostenido en el pleno por VOX asegura que no es su misión investigarlo y se ha mantendio al margen.
Rocío Monasterio ejerció como arquitecta entre los años 2002 y 2009 sin contar con el título necesario. Durante ese periodo tramitó planos con el visado falseado en una petición de licencia presentada ante el Ayuntamiento de Madrid el 20 de julio de 2016 a las 09:35 horas.
La líder madrileña de VOX ha optado por mantener un perfil discreto ante las informaciones que se han ido publicando. Un portavoz de Monasterio ha asegrado que se pronunciará la próxima semana cuando realice las alegaciones ante el Colegio de Arquitectos de Madrid, que está investigando actualmente un posible caso de intrusismo profesional.
Entre los planos que aparecen con el citado sello se encuentra el loft del presentador de televisión Arturo Valls, situado en la madrileña calle Rodas, 7. Ese inmueble, como sucede en otros 11 casos, se trata de un local comercial acondicionado para la instalación de una vivienda residencial, pero sin los permisos ni la autorización municipal pertinentes.
¿Corta y pega del sello obtenido en 2005?
Monasterio tramitó en el año 2005 un estudio inicial con siete planos visados por el Colegio de Aparejadores. Los trámites de la obra duraron una década ante una serie de dificultades, por lo que el proyecto sufrió todo tipo de demoras y modificaciones. En los planos sucesivos de 2011 y 2016, Monasterio utilizó el mismo sello que había obtenido en 2005, con el número 05111764. La sospecha y la raíz de la investigación es comprobar si utilizó un corta y pega para dar validez a los documentos oficiales.
El Colegio de Aparejadores ha certificado que el sello existe, pero que solo se corresponde con la intervención de 2005, no con las posteriores. Sin embargo, su mera aparición en los informes deja entrever que el trabajo de Monasterio contaba con el beneplácito de la citada institución, que ha abierto una investigación contra ella.