Los inmigrantes que desean obtener la nacionalidad española se tienen que enfrentar a dos test: una sobre conocimientos socioculturales y otra para demostrar su conocimiento del español. Unas cuestiones que tratan desde temas de cultura general hasta el funcionamiento de las instituciones del Estado.
La Dirección General de Registro, encargada de llevar a cabo estos test, solicitó hace unos días la retirada de la nacionalidad española a una mujer marroquí con más de 20 años de residencia, porque según sus resultados "habla y comprende el español con mucha dificultad", y, además, fue "incapaz de comprender las preguntas sobre la sociedad".
Este fallo sobre la nacionalidad española a la marroquí ha sido ratificado por la Audiencia Nacional hace uno días. Por lo tanto, la inmigrante no tendrá los derechos plenos al obtener la nacionalidad española. "En la medida que la nacionalidad española concede un estatus y unos derechos superiores a los derivados de la mera residencia legal en España, es por lo que se establece la exigencia de un grado de adaptación superior para los peticionarios de la nacionalidad al exigible a los extranjeros residentes", dicta el auto que respalda la decisión adoptada por la Dirección General de Registros y de la Notaría.
Falta de compresión lectora y poco dominio del español
El juez responsable del Registro Civil que planteó el cuestionario estándar sobre el grado de integración en la sociedad española y el de su conocimiento del idioma, instó en su fallo que la marroquí no supo contestar a lo que se le pedía. Cuestiones que iban desde cuál eran sus derechos o deberes como española, quién era Franco, nombre de escritores o directores de cine, el autor de las Meninas o por la Transición, entre otras preguntas. Un examen de cultura general en toda regla.
Una dificultad de comprensión lectora que chocó al juez después del tiempo que llevaba la marroquí en España; además, fue incapaz de entender ciertas cuestiones sobre la sociedad y la cultura española.