Cuando Lindsey Hubley y su prometido Mike Sampson se enteraron en junio de 2016 de que iban a ser padres, no podían estar más contentos. Ahora, pasado más de un año, no pueden creer que el que fue el mejor día de su vida se convirtiese también en el peor.
Ha sido muy difícil aceptar que ahora soy así, hay días en que aún me pregunto por qué me ha pasado esto a mí y si no será todo un sueño
Nacida en Nueva Escocia, Canadá, Hubley dio a luz a su hijo Myles el 2 de marzo de 2017 sin complicaciones aparentes, aunque más tarde se enteró de que había contraido una bacteria necrotizante, es decir, que te va comiendo la piel y destruyendo el tejido.
"Mis piernas y brazos se estaban volviendo de un color azulado/grisáceo y yo estaba aterrorizada. Finalmente, tras semanas en el hospital, los médicos dictaminaron que no había posibilidad de curar el daño producido por la bacteria y que iban a tener que realizar una amputación cuádruple", explica la mujer.
Lo que ocurrió exactamente fue que la infección causada por la bacteria hizo que se formaran coágulos de sangre en las venas que llegan a las extremidades impidiendo que pasara la sangre y "matando" así a las extremidades.
Decidida a demandar al hospital
Según la información que le han proporcionado los médicos que la han tratado, Hubley está convencida de que la culpa de que le haya ocurrido esto la tiene el hospital donde tuvo a su bebé, el Halifax's Izaak Walton Killam Health Centre.
Por eso ha decidido demandarlo por haber dejado parte de la placenta en su vientre tras el parto, lo que comenzó la infección, además de reparar mal un desgarro vaginal, según palabras de su abogado.
También sufrió un fallo renal, así que necesitará un transplante, además de que ha tenido que ser sometida a una histerectomía
A pesar de que acudió al hospital al notar el comienzo del dolor abdominal, los doctores le dieron un enema para el extreñimiento y la mandaron de vuelta a su casa. Hubley asegura que si la hubiesen examinado como es debido la infección habría sido diagnosticada a tiempo. Desde que dio a luz a su hijo ha tenido que ser sometida a numerosas operaciones, la más reciente una cirugía en una de las cicatrices de la amputación.
Un reto de superación personal
Ahora mismo, la familia quiere saber qué causó la infección exactamente y busca recaudar dinero para poder pagar sus prótesis. Dentro de poco Hubley va a empezar a ir a rehabilitación, donde aprenderá a caminar y a hacer frente a la pérdida de todas sus extremidades, algo que ha declarado está decidida a ver siempre de la forma más positiva posible.
"He conseguido ser positiva y estar agradecida por poder estar aquí para conocer al hijo que he llevado dentro de mí durante nueve meses. Depués de todo, casi no llego a conocerle, ni él a mí, y eso habría sido devastador", relata Hubley.
En el centro de rehabilitación aprenderá a cambiar pañales y poder dar de comer a su hijo que ahora tiene ya 7 meses. También volverá a aprender a caminar, algo que la tiene muy emocionada puesto que le gustaría caminar hasta el altar el día de su boda: "Mike y yo nos vamos a casar al fin, aunque aún no hemos fijado una fecha. Lo que hemos pasado nos ha hecho más fuertes como pareja. Él ha sido mi roca y yo he sido la suya".