Prácticamente una agresión al día en la Comunidad de Madrid por orientación sexual o identidad de género. Esa es la dura realidad que ha denunciado Arcópoli en su nuevo informe sobre LGTBfobia. Los datos preocupan, pero aún más la falta de disposición a denunciar de las víctimas: tan sólo 101 han acudido a la comisaría, solo un 31%. El problema: el miedo a denunciar.
Las denuncias siguen en aumento y de forma vertiginosa. Frente a las dos agresiones de 2012, el número ha aumentado hasta las 321 en 2017. Prácticamente una al día. Otro dato que preocupa: la mayoría de los agresores y las víctimas son jóvenes: entre 20 y 24 años.
El aumento de demandas, según Arcópoli, se debe a una mayor concienciación. Quizás por ello, el distrito centro de la capital y, en concreto, el barrio de Chueca, son las zonas con mayores denuncias.
Para evitar que las agresiones queden en el olvido y que las víctimas se sientan desprotegidas, Arcópoli ha abierto una oficina de atención en la que se ofrece apoyo psicológico y legal en el caso de que se denuncie. Una denuncia necesaria para acabar con una lacra que enfrentan las personas LGTBI a diario.
