Anastasiia Pokreshchuk, una joven de 31 años, ha terminado con el rostro completamente deformado como consecuencia de su obesión con los pómulos: se ha gastado 2.000 euros en inyecciones de ácido hialurónico que se suministraba a sí misma en su vivienda.
La joven afirma que no se veía bien con su aspecto natural, hasta el punto de que no soportaba mirarse a sí misma en el espejo. A pesar de que había recurrido en el pasado a la cirugía estética, nunca terminaba de verse bien tras las intervenciones.
El motivo: quería tener unos pómulos muy grandes y destacados, pero ningún cirujano se mostraba partidario de cumplir con sus exigencias puesto que implicaban, en cierta medida, deformar su propio rostro.
Pero, finalmente, ha conseguido el método más indicado para conseguir el rostro con el que soñaba: convertirse en su propia cirujana estética. Por ello, empezó a inyectarse el ácido hialurónico por el que se ha llegado a gastar hasta 2.000 euros para tener los pómulos que deseaba.
Feliz con su nuevo rostro
El caso de esta joven ucraniana ha dado la vuelta al mundo, puesto que el aspecto de su rostro ha resultado fuertemente controvertido, ya que no todo el mundo se ha mostrado a favor de su decisión.
Pero Anastasiia Pokreshchuk, con 160.000 seguidores en Instagram, se ha mostrado ajena a las críticas: está encantada con el nuevo aspecto que luce tras realizarse las intervenciones.
La joven sabe que ahora no gusta a mucha gente, pero ella afirma que ahora se siente a gusto cuando se ve en el espejo. Además, se ha retocado los labios y la mandíbula.
La cara, como se puede comprobar en las imágenes que acompañan a esta noticia, ha cambiado por completo con el paso de los días. Antes se veía fatal porque la nariz marcaba todo el rostro. Ahora asegura que lo ve proporcionado.
Sin embargo, la alternativa que Anastasiia Pokreshchuk ha adoptado no es recomendable bajo ningún punto de vista. Los médicos expertos en cirugía estética advierten que inyectarse ácido hialurónico en casa puede acarrear serios riesgos y abogan por contar siempre con la mano de un experto preparado para actuar en este tipo de intervenciones.