La muerte de más de 600 personas en el naufragio ante la costa griega del barco Adriana, un viejo pesquero que superaba su capacidad en el momento en que experimentó el accidente durante un viaje a Europa, ha abierto la cuestión sobre el papel de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) y una dependencia que considera excesivamente elevada respecto a los Estados.
Así consta en el informe que ha realizado la Defensora del Pueblo Europeo, Emily O'Reilly, que reclama modificar las normas de salvamento y una comisión independiente encargada de investigar el motivo de las elevadas muertes que se están registrando en estos momentos en el Mediterráneo.
Las cifras son especialmente drásticas. El Mediterráneo ha sido el escenario de más de 29.000 muertes durante la última década, según indica la Organización Internacional para las Migraciones, que señala este territorio como el más afectado por las muertes.
Falta de rapidez en los rescates
La documentación recopilada por O'Reilly muestra que Frontex ha realizado diversas ofertas de asistencia a las autoridades del país heleno, sin recibir ningún tipo de respuesta. Sin embargo, respondió cuando ofrecieron el despliegue de un dron para un barco ante Creta, en el que se había avisado de 80 personas en riesgo, pero cuando regresó hacia el Adriana, ya estaba completamente hundido.
En el informe, la responsable también señala el papel de la UE, a quien pide la creación de un mecanismo independiente para rendir cuentas e investigar el papel desarrollado por las autoridades griegas en este caso. La Administración de Atenas ha negado cualquier tipo de responsabilidad, a pesar de que se ha detectado un período de 14 horas entre que se recibió el aviso de la presencia del barco navegando en malas condiciones y cuando finalmente ya se actuó, entonces hundido.
"Debemos preguntarnos por qué un barco que tan obviamente necesitaba ayuda, nunca la recibió, a pesar de que una agencia de la UE, las autoridades de dos Estados miembro, la sociedad civil y barcos privados conocían su existencia", ha señalado O'Reilly.
En este contexto, la Defensora del Pueblo Europeo se cuestiona: "¿Por qué los informes sobre hacinamiento, una aparente falta de chalecos salvavidas, niños a bordo y posibles muertos no consiguieron desencadenar los esfuerzos de rescate oportunos que podrían haber salvado centenares de vidas?", se ha cuestionado.