El Defensor del Pueblo todavía no ha recibido ninguna respuesta desde las instituciones implicadas en obtener una solución a la falta de suministro para los vecinos de Cañada Real, un barrio situado en el sureste de Madrid capital.
Sus actuaciones quedaron suspendidas en 2023 "hasta contar con la respuesta de todas ellas", según ha dejado reflejado en el informe anual del Defensor del Pueblo relativo a 2023 sobre la ausencia de suministro en Cañada.
En dicho informe también se especifica el final de las actuaciones iniciadas con el Ayuntamiento de Coslada, puesto que pudo comprobar que en este tramo se ha integrado con total normalidad en el tejido urbano y sus habitantes no padecen problemas con el suministro.
En cuanto al resto de administraciones implicadas (Comunidad de Madrid, Delegación de Gobierno y los Ayuntamientos de Madrid y Rivas), suspendió las actuaciones que había iniciado entonces "hasta contar con la respuesta de todas ellas".
El Comité de Derechos Sociales del Consejo de Europa invitó al Defensor del Pueblo en el marco de una reclamación interpuesta por varios colectivos afectados para presentar sus observaciones, y por el momento se encuentra pendiente de resolución.
Las consecuencias de los cortes y el contexto de los habitantes de Cañada
Los cortes de luz, que se extienden durante cuatro años, están provocando fuertes consecuencias en los vecinos de este barrio. El informe 'La Cañada Real Responde: Impactos psicosociales derivados del suministro eléctrico', del Centro Sira, define la vida en este contexto como un "entorno torturante para sus vecinos.
"Desde el punto de vista psicológico, se ha quintuplicado la necesidad de atención en salud mental, pasando del 11,8% antes del corte de la luz al 55% que refiere haber acudido o necesitarla posteriormente. Un 60,2% han tenido sentimientos desesperanza y deseos de no seguir viviendo. De ellas un 15,7% reconocen pensamientos de suicidio", indica el estudio.
La población de Cañada Real se encuentra en fuertes niveles de precariedad. Un estudio desarrollado por la Universidad Carlos III analiza el perfil de las familias, con especial atención a los sectores 5 y 6 de la Cañada, que presentan un perfil más vulnerable.
Los datos mostraban que el 89% de las personas que habitan en Cañada Real se encuentran por debajo del umbral del riesgo de pobreza económica. En los sectores 4 y 5, alcanza el 94% y se acrecenta todavía más en el sector 6, con hasta un 98% de habitantes en este contexto.
Un alto porcentaje de habitantes, que alcanza el 20% en el sector 6, reside en infraviviendas con materiales y construcción precarias, y en el sector 6, el 10,6% vive en chabolas y el 2,1% en caravanas o almacenes. Se detectan "elevados niveles de privación material y pobreza monetaria y las condiciones inadecuadas de las viviendas", señala el informe.
En la Cañada Real habitan actualmente 7.283 personas, de las que 2.548 son niños. Los técnicos que trabajan en este punto han calificado como una "vulneración" de los derechos de la infancia este contexto.