Lo viral ha dejado de ser viral para convertirse, a día de hoy, en lo cotidiano. Cualquier idea de bombero, seguida por unos pocos, puede gozar de sonoridad en las redes sociales hasta el punto de seguir dicha acción y compartilo hasta que, dos o tres días más tarde, se ha olvidado por otro menos onsoleto. Y ahora, en la Comunidad Valenciana, se ha puesto de moda el inquietar el orden público con este reto que se ha hecho viral por la absurdez y la molestia a la sociedad que provoca.
Un perjucio para el público
Hablamos de defecar en las piscinas. Sí, defecar en una piscina municipal, pública. Y es que en las provinicas castellonense, valenciana y alicantina, se han descubierto restos de bacterias fecales que han obligado a cerrar varias piscinas para volver a mantener en buenas condiciones el agua de uno de los grandes atractivos del verano.
Según este 'challenge', hay dos maneras de perturbar el orden público y, por ende, ser el 'vencedor' de este absurdo juego. La primera y principal manera es defecar dentro del agua pero, paras los más pudorosos, la otra forma de hacero es llevar heces en un tuper y verterlas dentro del agua. Siempre con cuidado, ya que hay muchas piscinas que a día de hoy no dejan pasar tuppers con comida dentro.
¿Por qué aletera el orden público? Cmo se cita con anterioridad, muchas piscinas han tenido que cerrar al encontrarse bacterias fecales, perjudicales para la salud de las personas. Es el caso de las piscinas de las localidades de Catarroja, Massanassa y Tavernes han tenido que cerrar sus instalaciones por culpa de estos graciosos que han dado el verano a muchas personas que van simplemente a combartir el calor