Justo después de que el Parlament catalán promulgara de forma unilateral el inicio del proceso independentista de Cataluña, gracias a la mayoría formada por Junts Pel Sí y la CUP, el Gobierno elevó al Tribunal Constitucional la petición de anular dicha declaración. Hoy, 2 de diciembre, el organismo se ha pronunciado -con una velocidad insólita- para sentenciar que el proceso unilateral es inconstitucional.
La decisión ha sido tomada de forma unánime por todos los miembros del tribunal y anula el proceso independentista. Precisamente esta unanimidad sería la que habría permitido tan rápida decisión, considerando que tenían un plazo de hasta cinco meses y otras sentencias esperan desde hace años.
¿Detendrá esto el proceso independentista? Previsiblemente no. El sexto punto de la propia declaración del procés insiste en la desobediencia al Tribunal Constitucional español. No obstante, el Gobierno se apresuró a aprobar a comienzos del curso actual una reforma de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, por la cual se puede sancionar y suspender a los dirigentes políticos que no acaten las sentencias. Precisamente una posible "rebelión" de Artur Mas fue una de las principales motivaciones para realizar dicha reforma.
Por el momento, el proceso independentista tiene un gran reto por delante: elegir al President de Cataluña después del rechazo tajante de la CUP a Artur Mas, aunque ya se ha anunciado que no tendrá lugar hasta después de las elecciones generales del 20-D.