El pasado 8 de marzo fue el día Internacional de la Mujer Trabajadora y varios millones de españolas pararon y salieron a la calle para visibilizar su lucha: la búsqueda de sus derechos para conseguir su libertad y finalmente la igualdad entre géneros. Pero todos sabemos lo difícil que es, no imposible, llegar a una sociedad igualitaria en la práctica, ya que vivimos en un mundo regido por las normas y construcciones sociales del heteropatriarcado.
Por eso mismo muchas feministas reconocidas mundialmente como la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, la estadounidense Angela Davis o la española Nuria Varela, apuestan por una educación feminista. Y es que si desde pequeñas nos educan en la igualdad y nos muestran que también existieron y existen mujeres escritoras, científicas o pintoras, las niñas pensaremos que también podemos ser lo que queramos, incluso presidentas del Gobierno.
Sin embargo, no sólo vale con educar a los pequeños sino que para que estos sean personas que no discriminen por cuestión de raza, sexo, edad u orientación sexual, los profesores y profesoras primero han de estar formados en estas cuestiones. Y esto cuesta, pero debemos intentarlo. Por eso CCOO ha publicado un decálogo para que las escuelas e institutos españoles enseñen en feminismo. Comentamos la lista...
1 Formación del profesorado
Este punto lo hemos comentado con anterioridad pero no hemos profundizado en los contenidos en los que deben formarse el claustro de profesores. Para saber de qué va el feminismo y qué significa, lo principal es conocer la Historia del Feminismo y todas sus corrientes. También se debería enseñar a los profesores y profesoras a utilizar un lenguaje inclusivo (muchas veces nosotras las periodistas no utilizamos porque no sabemos cómo hacerlo); educar en la colaboración y no en la competitividad.
Y por supuesto no imponer roles de género desde la escuela, es decir, si las niñas quieren jugar a ser superheroínas debemos dejarlas, al igual que si un niño quiere hacerlo con muñecas. Además, también deben utilizar la pedagogía para que tanto chicos como chicas estén dispuestos a hablar en clase, y es que las niñas suelen ser educadas en la escucha mientras que los niños son educados en tomar la iniciativa. Por tanto, la educación de ambos debe basarse en la escucha y el diálogo.
2 Mostrar la genealogía femenina
Si echamos la vista atrás y nos paramos a pensar un minuto cuántos libros escritos por mujeres nos han mandado leer en el colegio, instituto o universidad, seguro que más del 90% no nombraría más de dos libros de escritoras. Por eso en las escuelas se deben incluir las obras de autoras en el material que se imparte en clase, ya que existe una genealogía de escritoras fantásticas de las que sólo hemos oído con quienes se casaron. Virginia Wolf, Emilia Pardo Bazán, Mary Shelly, Jane Austen, Carmen Laforet, Alice Walker, Magda Donato o Jane Auer, son sólo unos cuantos ejemplos de grandes escritoras a lo largo de toda la historia.
Al igual que hubo mujeres escritoras, también hubo y hay filósofas. Todos conocemos a Rousseau, Descartes, Sastre o Nietzsche, pero nos sonarán menos nombres como Judith Nutler, María Zambrano, Hipatia de Alejandría o Mary Wollstonecraft. ¿Por qué? Porque si las escritoras están invisibilizadas, las filósofas mucho más. Cabe decir que tampoco se suele conocer que Rousseau fue un misógino que no aprobaría que se eduque a los niños y a las niñas bajo el feminismo. Tampoco se conoce que Sastre fue quien impulsó a Simone de Beauvoir a pensar desde la perspectiva femenina. Fue a partir de ese momento cuando Beauvoir se dio cuenta de que las mujeres son discriminadas por el simple hecho de serlo.
Además de estos dos ámbitos también se debe feminizar la historia del arte, la ciencia y la cultura. Porque existen y siempre han existido mujeres cineastas, pintoras, investigadoras, guionistas, científicas, matemáticas, fotógrafas... Nombrarlas da a conocer su trabajo y no sólo eso, sino que como decíamos, las niñas tendrán referentes en todos los ámbitos al igual que los tienen los niños.
3 Eliminar los autores machistas
Este punto es algo polémico, ya que si eliminamos los avances o ideas de hombres porque su pensamiento era misógino, quizás nos perderíamos muchas teorías o descubrimientos. Pero lo que el decálogo de CCOO pide es que se eliminen de los libros los autores machistas y misóginos de entre las lecturas obligatorias que se exige al alumnado. No leeríamos a Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Rousseau, Kant... Sin embargo, quizá entre las mujeres e incluso hombres invisibilizados porque apoyaban el movimiento feminista, encontremos ideas o perspectivas que nunca nos han contado. Ellas proponen que leamos a Poullain de la Barre o al primer parlamentario que pidió el voto femenino, el británico J. Stuart Mill.
4 Baños mixtos
Que los servicios sean espacios comunes entre hombres y mujeres también es discutido en las asociaciones y grupos feministas. Sin embargo, este decálogo invita a los centros educativos a ser espacios "no estigmatizados y convertirlos en lugares fuera de conflictos". Esta idea habría que debatirla mucho, ya que para personas transexuales resulta incómodo entrar al servicio que se supone que debe entrar porque nació con ese sexo, pero en realidad preferiría poder hacerlo al baño con el que realmente se siente a gusto.
Por otro lado, algunas feministas prefieren que los baños sean segregados por sexos porque consideran algunos espacios mixtos peligrosos para las mujeres, ya que sería un lugar en el que puede haber hombres que acosen a mujeres.
5 Evaluación igualitaria
"El currículum de Educación Física debe ser común al conjunto del alumnado. Los criterios de evaluación podrán ser diferentes en función de muchos factores pero, en ningún caso, porque la persona que vaya a ser evaluada sea mujer u hombre (supuestamente). Incluyamos otras formas de entender el cuerpo y de vivirlo". Así reivindican en CCOO que los alumnos deben tener los mismos baremos, y es que en los colegios se suele poner mayor distancia, peso o longitud a superar dependiendo de si eres hombre o mujer. Por tanto, esto debería ser más personalizado.
6 No educar en la heteronormatividad
"No dar la heterosexualidad por supuesta". Este principio debe ser básico en una educación, ya que al enseñar en la heteronormatividad hacemos que quienes no se sientan representados se repriman y no puedan mostrarse tal como son por miedo al rechazo. Por tanto, debemos mostrar que existen otras orientaciones sexuales e identidades de género. Además, invitan a tener asignaturas específicas de educación sexual o equidad de género en todos los cursos y etapas. Esto lo piden tanto para profesores como para alumnado. Así se supone que dejaríamos de legitimar el sistema heteropatriarcal y heterosexista que oprime a millones de personas.
7 Prohibir el fútbol
Para quienes han realizado este ideario feminista en las escuelas, el fútbol debe ser abolido en los patios de recreo y en las clases de Educación Física. Algo con lo que no estamos muy de acuerdo porque sería dar por hecho que sólo los niños tienen derecho a practicarlo y que por tanto las niñas quedan fuera del pasatiempo por excelencia en el recreo. Su argumento es que pongan pistas de baile porque estas no invitan a la competitividad. Aunque también creemos que se debe dar cabida a otros deportes, consideramos que si todos los puntos anteriores se llevasen a cabo, la competitividad quedaría relegada a un plano casi inexistente.
Lo que está claro es que no podemos educar en igualdad si prohibimos algo que siempre ha estado relegado al género masculino. El deporte hegemónico también se debe feminizar y dar cabida a otras disciplinas minoritarias.
8 Eliminar los códigos de vestimenta
Otro punto a tener en cuenta es la propuesta de que cada persona vaya vestida como más a gusto se sienta. Por tanto, este punto creemos que debe ser respetado y cumplirse, ya que existen niñas que no quieren llevar falda al colegio y deben hacerlo porque así lo dice el código de vestimenta de los centros: chicos, pantalón; chicas, falda. También aseguran que esta propuesta "desecha el prejuicio misógino de pensar que ciertas personas visten para provocar a otras".
9 Fuera la religión de la enseñanza
"Una escuela feminista es necesariamente una escuela laica". Esta idea se sustenta no sólo en el feminismo sino también se puede basar en que nuestro país es un estado aconfesional y no debe dar prioridad a unas religiones o a otras sea en el ámbito que sea. Sin embargo, esto sucede a menudo, ya que todas las festividades que celebramos en Es`paña son católicas e incluso nuestros ministros juran su cargo sobre la biblia, eso sí, los que quieren.
10 Música no machista
En este ideario también se pide que las canciones machistas sean eliminadas de la banda musical del centro educativo, ya que según argumentan "la misoginia, el sexismo y la homofobia son insultos y no deben tener presencia en nuestros centros". Como solución proponen que los hilos musicales lleven letras de autoras como Rebeca Lane, Crudas Cubensi o La Tía Julia.
Por otro lado, también invitan a cambiar los nombres de las escuelas e institutos que lleven nombres católicos o hagan referencia a militares, políticos o juristas y sustituirlos por el de mujeres que "sean representativas del movimiento feminista o por elementos de la naturaleza".
11. Biblioteca Feminista
Por último aconsejan que en todos los centros educativos haya una biblioteca feminista accesible para todos y todas, en los que se pueda leer desde 'Todos deberíamos ser feministas', 'Una habitación propia' o 'Feminismo para principiantes', entre otros títulos de autoras del movimiento feminista. Para ello, piden que esta se establezca a través del claustro "en el plazo de tres cursos académicos tiene que haber una cantidad similar de libros escritos y protagonizados por mujeres que de protagonizados por hombres en la biblioteca del centro".
Veremeos si estas ideas son compartidas por muchos centros educativos o no. Lo que sí tenemos claro es que si no se educa en feminismo desde la base, nunca llegaremos a una sociedad en la que realmente exista la igualdad real en todos los ámbitos de la vida.