En la noche del pasado sábado 9 de septiembre, un macrobotellón en el madrileño Parque del Oeste se saldó con graves incidentes que llevaron a la detención de 60 personas. Ante este suceso, desde la extrema derecha han tratado de señalar a jóvenes inmigrantes como responsables de estos altercados. Sin embargo, la realidad de los datos choca con su discurso racista.
De los 60 detenidos, 47 eran españoles y 13 extranjeros. Así lo ha indicado la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, que ha sostenido que los macrobotellones están suponiendo "un nuevo fenómeno" en la región.
"Estamos abordando un problema social de retorno al ocio nocturno en edades muy tempranas, de 13 a 17 años máximo, que están hasta altas horas de la madrugada en determinados parques consumiendo alcohol en la vía pública", ha señalado la delegada.
Así, ha lanzado un llamamiento a los jóvenes, familias e instituciones porque según González, se puede estar "así fin de semana tras fin de semana" pero si no se llega al "problema de fondo" de este retorno de la juventud al ocio nocturno "no podremos atajar lo que está pasando en Madrid y en otras ciudades".
No son bandas organizadas
Ya son tres fines de semana consecutivos que se producen este tipo de altercados en las calles de Madrid. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha asegurado que varios de los detenidos el pasado saábdo pertenecen a bandas organizadas que se dedican a robar y a asaltar comercios en la zona.
Sin embargo, la Policía Nacional desmiente este punto, según ha manifestado la delegada. "No pertenecen a la estructura y jerarquía de lo que el Cuerpo considera una banda". "Son jóvenes que se aprovechan de esas masas para robos y fenómenos de incivismo como rotura del mobiliario urbano", ha asegurado.
