El régimen de Daniel Ortega en Nicaragua ha copado todas las esferas de poder en el país centroamericano y su formación, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) mantiene una fuerte política de represión, que intensifica y extiende en el tiempo desde las protestas multitudinarias en 2018 exigiendo su salida del poder.
El mandatario, que ha pasado los últimos dos meses prácticamente desaparecido de la escena pública, ha vuelto a ofrecer un mitin para, en esta ocasión, burlarse de los opositores a los que ha retirado la nacionalidad y que han sido acogidos por España y Estados Unidos, a los que acusa de "traidores a la patria".
"Hace 16 años, Adolfo Díaz y Emiliano Chamorro dejaron de ser nicaragüenses, como esos que han dejado de ser nicaragüenses y están ahora en los Estados Unidos, ahora son yanquis, se deben sentir muy contentos de ser yanquis", comenzó Daniel Ortega, para continuar con el país ibérico.
"Otros están en España, se sienten españoles, muy contentos de ser españoles, hasta ya deben hablar como españoles", añadió mientras imitaba el acento del país, acrecentando su burla.
Ortega ha continuado su discurso y ha afirmado que "la ambición mató su derecho de nacionalidad" para advertir públicamente de que "quien traiciona a su país deja de tener nacionalidad".
El discurso de Daniel Ortega se produjo en un encuentro cerrado a miembros del régimen, junto a jefes de los poderes del Estado, la jefatura policial, el alto mando militar y una coreografía de la Juventud Sandinista que imitaba a los mítines en Corea del Norte.
Acogida de opositores
España ha acogido a 317 personas a las que el régimen de Daniel Ortega ha retirado la nacionalidad, entre las que se encuentran simpatizantes de la oposición, periodistas, religiosos, mujeres del movimiento feminista, activistas y ex candidatos presidenciales contrarios al presidente.
Junto con la posición de España, también han participado otros países en América Latina, como Chile o Colombia, que han ofrecido su nacionalidad para que los opositores no queden en régimen apátrida.
El régimen de Daniel Ortega y la 'copresidenta' Rosario Murillo, en el poder en Nicaragua, está acusado de haber cometido crímenes de lesa humanidad, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Esta intervención de Daniel Ortega supone el regreso a la esfera pública tras casi dos meses completamente desaparecido. Con 78 años de edad y más de 17 consecutivos en el poder, limita cada vez más sus intervenciones, mientras que la 'copresidenta', Rosario Murillo, interviene cada vez más.
Surge en estos momentos la duda sobre si se planteará la sucesión en el poder próximamente. Rosario Murillo tendría todas las posibilidades, pero también se plantea su hijo Laureano, que también ha incrementado sus intervenciones en este contexto y está estrechando contactos con potencias como Rusia o China.
