Perteneció al GAL en la década de 1980, fue condenado a 29 años de cárcel, pero ahora se ha cambiado de bando: al grupo terrorista Daesh. Esta es la curiosa historia de Daniel Fernández Aceña, actualmente procesado por sus vínculos con el extremismo islámico y que ha mostrado su intención de "inmolarse en un autobús en cuanto le proporcionaran explosivos".
En la actualidad, Aceña enfrenta una pena de diez años de prisión: dos por exaltación del terrorismo y otros ocho por adoctrinamiento terrorista. Todo depende de la decisión de la Justicia, que inició el proceso tras comprobar que almacenó diverso material yihadista que colgó en redes sociales, entre el que se encontraban varias imágenes de decapitaciones y todo tipo de torturas o asesinatos.
Su vinculación con el yihadismo llegó tras salir de prisión en cumplir condena por su papel en el GAL. El acusado llegó a obsesionarse, literalmente, con los preceptos de Al Qaeda y posteriormente abrazó al Daesh cuando la organización de Bin Laden perdió protagonismo.
Su detención se produjo en Segovia, donde residía actualmente, y ha terminado con un ingreso en el centro de salud mental Amanecer de la mencionada ciudad castellanoleonesa.
Comentarios misóginos y fabricación de explosivos
Fernández Aceña tampoco dudó en realizar comentarios y declaraciones en las que nunca ocultó su simpatía con los preceptos del yihadismo más acérrimo. Entre ellos, asegurar que "todas las mujeres sois infieles, críticas por la existencia de música de fondo en la Asociación, inquiriendo sois pecadoras, os habéis ganado el infierno".
El acusado profirió estas palabras a una trabajadora del centro, a la que también dijo que le iba a "hacer un regalo especial" como mujer infiel y peligrosa. Posteriormente le entregó una bolsa con dos balas del calibre 22 que, según dijo, había utilizado en varias ocasiones, tal y como figura en el escrito del Ministerio Público.
Su exmujer también aparece en el proceso. Según afirma, Aceña guardaba un documento en el que expresaba su adhesión al Califato Universal. En su declaración, también señala otro escrito titulado 'Curso de Fabricación Explosivo'. La Guardia Civil encontró un pen drive con un total de 159.710 archivos en el que aparecen contenidos de diversos grupos terroristas que quieren implementar el Califato Universal.
Atendiendo a sus antecedentes y a los hechos que ahora se juzgan, la Fiscalía solicita una pena de prisión de diez años y el pago de una multa de 5.250 euros. El juicio, mientras tanto, continúa.