Érase una vez una joven que tras pincharse el dedo con un aguja hizo que su destino se torciera y solo podía dormir hasta que el hombre de su vida la despertase con un beso de amor. La llamaron la Bella Durmiente. Sin embargo, el síndrome de la Bella Durmiente no se soluciona por más que el amor de sus vidas los bese. Aquellos quienes padecen el síndrome de Kleine-Levin no se despiertan en al menos diecinueve horas seguidas de sueño.
El síndrome de la bella durmiente o de Kleine-Levin consiste en dormir por periodos prolongados de tiempo, que pueden llegar a ser de horas o un día entero o hasta semanas. El paciente presenta una somnolencia que no puede controlar, lo que le conduce a un estado de hipersomnia presentando también otros síntomas como comportamientos compulsivos, desorientación, agresividad, e incluso, alucinaciones.
Una profesora de Nueva York, Kristen Devanna, es el último caso conocido de esta rara enfermedad. Ella misma comentó que hace seis años fue al especialista ya que tenía frío constantemente, sufría de sequedad extrema que le agrietaba la piel y se encontraba en continuo estado de fatiga, tanto que necesitaba dormir hasta 19 horas al día para poder rendir las horas restantes. Una enfermedad autoinmune muy poco frecuente, que por lo general suele darse en hombres adolescentes.
Una enfermedad que te controla
"La enfermedad me controlaba totalmente. Comenzó con pequeños cambios en mi cuerpo, pero lo principal era que dormía demasiado. La gente no sabe lo que es sufrir algo así, incluso los médicos especialistas con los que me encontré sabían muy poco sobre ello" aseguró la joven al diario Daily Mail.
La profesora poco a poco va descubriendo métodos para conseguir cambiar su forma de vida y mejorarla, por lo que comenzó con el ejercicio físico y así recuperó su energía día tras día. Su proceso de mejoría lo está haciendo público a través de su cuenta de Instagram @tendra_liftss, en la que cuenta con más de 5.000 seguidores.