El equipo de Orthodox Calendar sorprende un año más con la publicación de su calendario de 2016, en el que, una vez más, exploran el universo sexual y religioso con fotografías de alto voltaje.
En esta edición, titulada 'Sancta Paraphilia', se explora la aceptación sexual a través de la historia del padre ortodoxo Vitaly Milonov, un personaje ficticio que lleva el mismo nombre que el polémico político ruso obsesionado con erradicar la homosexualidad hasta el punto de querer vetar a Apple y Facebook en Rusia. No se busca la controversia para nada, ya veis.
El padre Vitaly emprende en el calendario un viaje por el este para explorar la diversidad de formas del deseo, concretamente los descritos por el Patriarca Cirilo I de Moscú como "perversiones diabólicas". Vitaly, que en un principio consideraba la homosexualidad y la parafilia unos conceptos sucios y en conflicto con su religión, finalmente comprende que no debe temer al deseo, sino aceptarlo, y que el diablo verdadero lo representan Cirilo y su círculo del Kremlin de Moscú.
El calendario puede adquirirse en la web de Orthodox Calendar y busca luchar contra la homofobia y concienciar de que el deseo no tiene límites en términos de género, orientación o identidad sexual, raza, opinión, creencias, edad o cualquier otro estatus personal. Para ello, presenta imágenes de religiosos macizos en escenas de alto voltaje y poca ropa.
Un calendario provocador que se supera año tras año
El calendario del OC Art Project alcanza este año su cuarta edición desde que comenzara a publicarse en 2013. Desde entonces, han realizado sesiones de fotos calenturientas ambientadas en capillas con sacerdotes en escenas de sexo debajo de altares y con las sotanas por las rodillas. Toda una provocación que a más de uno le resulta muy excitante, a pesar de que se confirmase que, como era de esperar, los curas ortodoxos no son tal, sino modelos.
El calendario comenzó a realizarse precisamente cuando Rusia se puso más severa con la ley contra la propaganda homosexual. Los responsables de las fotografías consideraron que la Iglesia Ortodoxa era uno de los agentes que más estaba luchando contra el colectivo LGTB y decidió contraatacar con este calendario. Tras la primera edición, rodeada de éxito y polémica, en 2014 optaron por defender el matrimonio entre personas del mismo sexo y retrataron a parejas del este de Europa celebrando (ya os podéis imaginar cómo) el día de su boda.
La tercera edición, de 2015, llevó el nombre de 'S.A.L.I.G.I.A.' y luchaba por la tolerancia dentro la sociedad. Sus protagonistas eran un grupo de curas que se rebelaban contra el organismo central de la Iglesia, aceptaban la homosexualidad y la rechazaban como uno de los pecados capitales. Ese fue el año en el que más iconos religiosos utilizaron y, como venía siendo costumbre, se puso a la venta una edición sin censura en la que se mostraban sin tapujos las escenas (y los modelos).