España no cuenta con ninguna religión oficial y en la Constitución se define como "aconfesional". Todo ello no impide que el Estado se gaste más de tres millones de euros anuales solo en financiar a los curas e Iglesias católicas de lasFuerzas Armadas, con una diferencia mayúscula respecto a otras confesiones como la islámica, evangélica o judía.
El gasto llega como parte del Concordato con el Vaticano de 1953, firmado en una época en la que el jefe del Estado no se elegía con los mismos procedimientos que en la actualidad.
'Gracias' a todo ello, el país ibérico pagó en 2016 un total de 2,75 millones de euros en financiar los sueldos de los 83 sacerdotes de distinto rango que componen el Arzobispado castrense.
Por otro lado, el Ejecutivo consideró también oportuno dedicar 231.000 euros para mantener el Arzobispado, la iglesia catedral y el seminario castrenses, además de todos los templos que se dedican al servicio religioso para las personas vinculadas al Ejército.
Todos estos datos contrastan con los gastos de asistencia de misiones en el extranjero, a las que se dedicaron 40.800 euros y que son vitales a la hora de cumplir compromisos internacionales. Este tipo de actuaciones son de suma importancia, ya que pretenden colaborar en mantener la estabilidad en zonas de conflicto como Somalia, el Kurdistán iraquí o Chechenia.
Sin embargo, el Gobierno continúa destinando más dinero a financiar la asistencia religiosa de los militares, un gasto que, precisamente, se ha blindado tras la llegada de la ley de libertad religiosa.
Por ejemplo, con la ley de la carrera militar, en la que se obligó a crear un Servicio de Asistencia religiosa en la que además se fijó un sueldo para todos los curas relacionados con el Ejército. En esta ley hay una mención especial y destacada a los católicos sobre el resto de confesiones.
Los sueldos fijados son también generosos. Por ejemplo, el arzobispo militar Juan del Río llegó a cobrar en su última etapa 59.800 euros anuales de todos los españoles, es decir, más de 4.000 euros mensuales. Mientras tanto, el sueldo del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está fijado en 78.000 euros.
El Arzobispado castrense, mientras tanto, se defiende argumentando que atiende a unas 766.000 personas entre militares, guardias civiles, policías y funcionarios civiles de Defensa y sus familiares; unos cuerpos que agrupan a casi 300.000 efectivos.
La actual legislación también reconoce el derecho de los miembros de otras confesiones a recibir asistencia religiosa "en igualdad de condiciones" que los católicos. Sin embargo, en estos casos no se detallan más datos y no se fija ningún tipo de remuneración a cargo de los presupuestos del Estado como sí se hace en el caso de la Iglesia Católica.
El Ejército de Tierra mantiene ocho iglesias y la Armada otros cuatro templos; lugares de culto que no tienen que pagar la factura de la luz y agua, el gas, la limpieza o las reparaciones. Para todo ello, se destina el dinero de nuestros impuestos.