Un pastor evangélico ha sido detenido tras convencer a una de sus feligresas de que el diablo se había alojado dentro de su cuerpo. El religioso se ofreció a realizar un exorcismo. La situación llevó a que la joven sufriera tal shock, que fue incapaz de reaccionar.
Cuando los abusos sexuales terminaron, la joven quedó paralizada y no se atrevió a acudir a la comisaría a denunciar los hechos. Sin embargo, con el paso de los días, sí que tomó tal determinación. Todos los hechos se registraron en la localidad de Nequén, en Argentina, tal y como relata el diario local lmnequen.com
La situación ha provocado una fuerte conmoción entre los habitantes de la localidad, que aún no cree todo lo que ha sucedido. El párroco mantenía una estrecha relación con la joven de 28 años (él tiene 52) e incluso la víctima se refería a él como "tío".
La joven confió en todo momento en el párroco, sobre todo por su condición de fidelidad a la religión evangélica, lo que llevó a que el párroco pudiera acceder a su vivienda sin ningún tipo de complicación.
Un selfie y un lavado de cerebro
La fuerte confianza entre ambos, permitió que el párroco invitase a su víctima a cenar en su vivienda. La conversación fue tan fluida entre ambos, que incluso ella llegó a tomar un selfie en su compañía. Llegó a enviárselo a su hermana, como símbolo de la amistad entre ambos.
En mitad de la cena, la joven se derrumbó y confesó al pastor que se encontraba en mitad de varias dificultades. Por ello, le pidió ayuda y consuelo para poder superar una mala etapa que quería olvidar.
El párroco, lejos de ayudarla, comenzó a decirle que todo era culpa del "demonio" que tenía "dentro". Sin embargo, consiguió convencerla de este extremo gracias a sus dotes comunicativas.
Completamente convencida de las palabras de una persona que era de su máxima confianza, la mujer se dispuso a cumplir con los consejos del religioso: practicarse un exorcismo para liberar a Satanás.
El hombre le pidió que se tumbase en una manta, apagó las luces y encendió las velas. Tras comenzar los ritos, el hombre comenzó a sujetar sus manos y a realizar todo tipo de tocamientos.
A partir de ese momento comenzó la agresión que ahora ha sido denunciada ante la Comisaría Segunda, ratificada tras su declaración ante la Fiscalía de Delitos Sexuales. El fiscal Andrés Azar ha comprobado que el religioso llegó a enviar varios mensajes intimidantes a su víctima para que no denunciase la agresión a las autoridades. Una prueba que será determinante en el posterior juicio.