El cura mallorquín Pere Barceló fue el primer clérigo expulsado de la Iglesia Católica en España. La organización religiosa realizó un juicio eclesiástico en 2012 y confirmó que había abusado sexualmente de dos niñas de diez años entre 1997 y 1998. En 2016 la Justicia le condenó a seis años de cárcel por pederastia y ahora se encuentra en una prisión segoviana, donde recibe un sueldo de la Iglesia.
El actual obispo de Mallorca, Sebastián Taltavull, ha querido pronunciarse sobre este hecho para asegurar que la renta que percibe de la Iglesia es una "ayuda" que la institución religiosa ofrece a las personas necesitadas. "La diócesis está ayudando a una persona necesitada, de la misma manera que el Obispado ayuda a más gente", afirmó Taltavull en rueda de prensa.
Asismismo, el párroco considera que "debería revisarse el concepto de condena" porque "no se debe tratar como condenados a aquellas personas que están en un proceso de rehabilitación". Por otro lado, Taltavull anunció una nueva estructura organizativa del Obispado de Mallorca, que a partir de ahora estará formado por 23 laicos, entre los que estarán tres matrimonios además de 19 sacerdotes.
Condena de 42 años que se rebajó a seis
La Fiscalía pidió 42 años de cárcel para Pere Barceló por haber abusado de María Serra, pero la condena final fue de 6 años porque acabó reconociendo los abusos sexuales que realizó contra esta mujer cuando tenía diez años. Respondió "sí" a todas las acusaciones que el fiscal le relató durante el juicio, también se declaró "totalmente arrepentido".
La condena a seis años fue por una veintena de felaciones y por haber violado a la menor de diez años en múltiples ocasiones en la habitación de la parroquia en donde vivía Pere Barceló.