Un cura estadounidense ha sido detenido tras robar casi 100.000 dólares a la iglesia que dirigía en la localidad de Downingtown, en el estado de Pensilvania, Estados Unidos. Sin embargo, las razones que puedes tener en la cabeza son probablemente muy diferentes a lo acontecido, ya que se gastó las donaciones de feligreses en pagar el alquiler de una casa en la playa, viajes, cenas y pagar a hombres con los que quedaba a través de Grindr, una conocida app de citas gay, para mantener relaciones sexuales.
El hombre, de 56 años, podría enfrentarse ahora a la cárcel, tras cometer un delito grave de desvio y atribución indebida de fondos de la parroquía, a una presunta cuenta bancaria secreta que abrió en 2011. Fue en aquel entonces cuando comenzó a sustraer los cientos de dólares que cada día aportaban parejas y fieles para pagar bodas, misas y funerales, entre otros eventos que esta iglesia católica practicaba en su interior. El fiscal ha determinado una fianza de 50.000 dólares para que el incautado pueda librarse de los cargos que se le atribuyen por el robo de capital impropio. Su audiencia ante el juez tendrá lugar el 18 de septiembre.
Charles Gaza, jefe de personal de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Chester, al que pertenece la iglesia que Joseph McLoone dirigía, asegura que los hechos ocurrieron por un "abuso de confianza". Durante los más de siete años que McLoone dirigió la parroquía de St. Joseph, las autoridades no dudaron ni un segundo de él y sus actos no fueron controlados por nadie, lo hizo todo a escondidas de la Arquidiócesis de Filadelfia.
"Especulaciones, conjeturas e insinuaciones"
No es la primera vez que este lugar hace frente a un escándalo con alguno de sus sacerdotes, ya que McLoone reemplazó a su llegada al padre William Lynn, que había sido acusado y encarcelado por encubrir y ocultar abusos sexuales a menores. La Arquidiócesis comenzó a investigar al monseñor en agosto de 2018, pero cuando descubrieron lo ocurrido, lo denunciaron, fue puesto en licencia administrativa y colocaron a un nuevo sacerdote tras la renuncia obligada de Joseph. Fue posteriormente cuando se descubrió que pudo haber abierto la mencionada cuenta bancaria con el nombre de "Cuenta de actividad St.Joseph", en la que se podrían haber registrado fondos irregulares de hasta 125.000 dólares.
Su abogada, Melissa McCafferty, defiende al acusado y exige que se ejerza el derecho de presunción de inocencia, alegando que su cliente es "inocente". "Se están extralimitando, presentaron estos cargos basados en especulaciones, conjeturas e insinuaciones, no pueden probarlo", aseguró a The Washington Post.
Por otro lado, los documentos judiciales que maneja el juzgado y las autoridades, no muestran cómo McLoone se hizo con el dinero, pero sí para qué lo uso. Gaza opina que "usaría un cajero automático o cheques" para sacar el dinero de las cuentas de la Iglesia e ingresarlo en sus tarjetas de crédito. "Lo usó para dar dinero a los hombres con los que salía o pasaba su tiempo".
El oficial asegura que "violó la confianza de los miembros de la iglesia para su propio beneficio personal. Confiaban en él para manejar adecuadamente las donaciones". La investigación también ha descubierto que frecuentemente extraía dinero de cajeros automáticos en Ocean City, Nueva Jersey, la localidad donde rentaba su vivienda vacacional.